La cuarentena no frenó el precio de los medicamentos en Venezuela. Aunque durante casi tres meses la economía del país estuvo parada, los enfermos crónicos sufrieron en carne propia los embates de vivir en medio de una hiperinflación, pues algunos fármacos triplicaron sus precios en las últimas tres semanas.
De acuerdo a un recorrido realizado por el equipo periodístico del diario LA PRENSA de Lara, los antibióticos, los analgésicos y los medicamentos para tratar los trastornos digestivos son los que más han subido de precio. El colipan, medicamento que ayuda a las personas que sufren del síndrome de colón irritable y que es una pastilla obligatoria para muchos, pasó de costar 339 mil bolívares en marzo a costar 780 mil. En algunas cadenas como Farmacias Saas la pastilla llega a costar hasta 1 millón 117 mil bolívares lo que se traduce en casi seis quincenas de una persona que gane sueldo mínimo.
«Es imposible poder cumplir al pie de la letra con algún tratamiento. Los pacientes hipertensos, que por su condición deben esclavizarse a una pastilla, pasan meses sin tomar sus píldoras porque no todo el mundo tiene plata», decía el señor Julio Quiñones, albañil que no ha podido comprar la losartan a su mamá por no disponer de los 650 mil bolívares que piden en las farmacias por una caja de diez pastillas.
Lo que más preocupa a los enfermos crónicos en la región es la poca capacidad de respuesta que han mostrado las autoridades. Aunque hace más de un año el Gobierno creó operadoras como 0800SALUDYA y boticas populares para la distribución de medicinas esto no solventa la necesidad de los enfermos, pues los medicamentos de mayor demanda no son ofertados en las oficinas gubernamentales.
«Necesitaba un ketoprofeno y no conseguí por ninguna parte. Tuve que ir a una farmacia y pagar un millón 98 mil bolívares por una caja», decía Óscar Molina, comerciante consultado por LA PRENSA.
El alza en los precios de medicamentos no es algo nuevo; sin embargo, desde que arrancó la cuarentena este fenómeno se agudizó, pues las dificultades que tienen los laboratorios para movilizar los fármacos encarece el costo de las medicinas.
«Ahora los distribuidores vienen una vez por semana y eso termina encareciendo el precio de todo», reconocía Johana Piña, regente de una farmacia en el este de la ciudad.
Con información de La Prensa de Lara