La operatividad se reduce cada día en la Maternidad Concepción Palacios. Cuartos y baños cerrados, filtraciones, ausencia de insumos para limpiar y esterilizar y déficit de personal dificultan la atención a las pacientes que acuden al hospital materno más importante del país, ubicado en la avenida principal de San Martín, Caracas.
En el piso 8 operan las áreas de Cirugía y de Ginecología Quirúrgica. Cada una tenía un ala por separado, pero ahora un ala completa permanece cerrada y las pacientes de ambos servicios deben compartir las pocas habitaciones que siguen abiertas.
“Faltan cinco colchones”, “faltan bombillos”, “poceta sin fluxómetro”, “falta un pliegue de techo” o “falta ducha” son algunas de las frases que pueden leerse debajo de los carteles que dicen “inhabilitado” y que están colocados en las puertas de los cuartos 11 al 18 del piso 8. En total, tres cuartas partes del piso están inoperativas.
“Todos los pisos tienen cuartos clausurados como estos”, dijo una enfermera con más de 30 años de servicio en el hospital.
En el piso 8 hospitalizan a mujeres operadas por abscesos de pared, prolapsos, miomas, mastitis, fibromatosis uterinas o histerectomías. Allí, el agua es intermitente y no hay cloro para limpiar. Las pacientes deben llevar su propio desinfectante para que sus habitaciones no queden sucias.
En condiciones óptimas, cada sala puede alojar a cinco pacientes. Si antes podían recibir cerca de 70 pacientes, este 2020 pueden internar menos de 20. El 31 de enero de 2020 solo había 12 pacientes.
“Hay cinco habitaciones ‘operativas’ pero solo un lavamanos funciona. Solo hay dos baños medianamente en servicio. Ocho pacientes deben compartir un baño. Cuando llega el agua, deben correr a llenar los tobos”, expresó una doctora del hospital, quien prefirió el anonimato.
En los baños del ala que permanece operativa hay inodoros que no bajan y bombillos que no funcionan. Las filtraciones también se han apoderado de los techos y paredes, hasta el punto de poder inundar una habitación que ya no puede recibir pacientes.
Antes había ocho enfermeras, pero solo quedan cinco y dos están de permiso. Algunas noches, las pacientes de ambos servicios dependen de enfermeras que llegan de otras áreas para cumplir los tratamientos, pero hay madrugadas sin personal de enfermería.
De cinco ascensores, solo uno funciona. Los botones para pedirlo también están dañados. Para que el ascensor llegue, el personal debe tocar sus puertas con fuerza y gritar el número del piso al que quieren que vaya. Con suerte, el ascensorista escuchará y llegará hasta el piso solicitado. De lo contrario, deben usar las escaleras.
La falta de material quirúrgico y la deficiente esterilización del material que queda han hecho que los médicos tengan que referir a pacientes que entran por la emergencia.
“A veces no se pueden hacer cesáreas y hay que referir a las pacientes. La noche del 30 de enero solo hicieron una”, indicó la doctora. Debido a la ausencia de hemoderivados también han tenido que suspender cirugías electivas en la Maternidad Concepción Palacios, agregó la especialista.
Con información de Efecto Cocuyo