501 es el nuevo número de la discordia. Es el reflejo de lo que devenga diariamente un venezolano que gana sueldo mínimo, monto que ni siquiera alcanza para pagar dos litros y medio de refresco.

“Una lata pequeña de atún está en Bs. 1.180; un pan campesino en Bs. 500 y un menú ejecutivo en la calle ya no se consigue por menos de Bs. 1.575; de qué estamos hablando entonces”, reflexionó Gerardo Navarro , residente de la calle Guaicaipuro que considera que el Gobierno debe abocarse a controlar y congelar la inflación.

–Ya estamos hablando de aumentos diarios. Recuerdo que antes para aumentar un bolívar se lo pensaban; ahora los productos suben hasta el doble de un día para otro y la gente por no exponerse a quedarse sin nada, termina accediendo y cancelando montos que rayan en lo ridículo.

María Quijano, ama de casa y madre de dos pequeños, señala que ya no sabe cómo hidratar a sus hijos. “No se consigue agua potable, los precios de las frutas están por las nubes y los refrescos también; ya no se puede comer ni bien ni mal”, acotó la residente de El Trigo en la capital mirandina.

Consumidores consultados señalaron que para cuando los cestatickets lleguen en Bs. 18.000 ya el monto solo alcanzará para comprar dos productos: un kilo de carne y otro de queso. “Para junio ya el cartón de huevo fácilmente estará en Bs. 3.000; esto se lo llevó quien lo trajo”, dijo Teresa Morales, quien confesó que se refugia en los vegetales para alimentarse.

“Para no sufrir ya no compro ni carne ni pollo. He buscado en Internet dietas a base de berenjena, brócoli y calabacín, aparte de ser económicas son más saludables. Sale dieta forzosa”, atajó.

Fuente: DIARIO LA REGIÓN

Fecha: 06/05/16

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