Cultivo de hortalizas y en especial de la papa (tubérculo), enfrenta los mismos problemas de años anteriores. El drama se resume en la falta de semillas. Enmanuel Escalona, director de nacional de hortalizas para la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), acotó que la condición genera limitada expectativa en el sector.
La semilla de papa, por ejemplo, debió llegar al país año y medio atrás, pero los productores aún no la han recibido. Es de acotar que la misma es vendida y no regalada.
Recordó que desde la administración de Elías Jaua en el Ministerio de Producción y Tierras, la importación de esta es una competencia exclusiva del Estado.
Como consecuencia, las zonas altas del país, la región andina en especial, inicia un nuevo ciclo de siembra de papa sin las semillas disponibles. Si bien existe la posibilidad de continuar con la multiplicación de semillas, estas ya han perdido cualidad genética y por tanto presentan cada vez menos rentabilidad.
Lamentó que este cultivo no forme parte de las prioridades de la actual administración del ministerio encargado, a la cabeza de Wilmar Castro Soteldo, quien según comentario de productores nacionales como Escalona, se ha concentrado en el sector cerealero y en su estado de origen, Portuguesa.
Sin embargo, del cultivo de hortalizas dependen de manera directa e indirecta, como fuente de empleo, más de dos millones de personas. La ausencia de condiciones pondría en recesión económica a zonas como Los Andes y Lara.
En crisis
El director nacional del rubro, recordó que el Gobierno nacional, se comprometió a resolver la escasez de semilla de hortalizas para finales de 2016.
Debido a la falta de respuesta y atención, las asociaciones del país registran entonces 80 % de paralización promedio de las tierras dedicadas al cultivo hortalicero.
Es de destacar que el pasado año, sólo se produjo en hortalizas el 30 % del consumo nacional.
Quienes siembran, lo hacen a partir de la compra de semillas en el mercado negro de semilla importada.
Del rubro tomate no se produjo ni siquiera el 30 % del cosechado en 2015, año igualmente negativo. En la actualidad, el mercado especulativo vende el sobre de 25 mil semillas en Bs. 400 mil. Anteriormente, se pagaban en Bs. 40 mil.
De papa también se obtuvo una cifras menor al 30 %. El saco de 40 kilogramos de esta semilla, que podría costar Bs.20 mil, se obtiene por medio del contrabando desde Colombia y se vende en Bs. 110.000.
La lata de semillas de cebolla que se pagaba por Bs. 4 mil, actualmente cuesta Bs. 280.000. Si la marca es reconocida, se puede pagar Bs. 800 mil.
La semilla de pimentón se puede comprar en el mercado negro hasta en Bs. 1 millón.
Escalona acotó que se trata de precios, alejados de la realidad, los cuales generan una fuerte escasez y elevados precios en los grandes centros de comercialización y consumo.
También registran carencias en los inventarios de agroquímicos.
El directivo nacional de Fedeagro reiteró que la disposición del sector por solucionar la problemática siempre ha estado presente y se mantiene intacta. Sin embargo, las políticas aplicadas en la materia son cada vez menos eficientes.
Fuente: El Impulso
Fecha: 25 de enero de 2017