En un 98% se encuentra paralizada la construcción de viviendas en Venezuela, según informó Francisco López, presidente de la Cámara Inmobiliaria del país. La imposibilidad de adquirir créditos, la escasez de materiales, las fallas en los servicios públicos y una economía que se mantiene en hibernación por la pandemia, son los principales factores que mantienen al sector en crisis.

En Lara, el presidente de la Cámara Inmobiliaria, Marco Asuaje, precisó que actualmente no hay ningún proyecto habitacional nuevo activo, a excepción del complejo Colinas del Viento al este de Barquisimeto, donde se encuentran culminando su segunda fase.

«Lo que hay son proyectos comenzados y a sus propietarios no les ha quedado más remedio que terminarlos. Nadie piensa en construir cuando el promedio del costo del metro cuadrado oscila en 1.400 dólares, mientras en el mercado secundario, es decir viviendas usadas, el metro cuadrado es vendido entre 300 y 400 dólares», apuntó.

La escasez de materiales también los afecta. «No se consigue cemento ni cabillas desde que el gobierno expropió las cementeras y la Siderúrgica del Orinoco», señaló.

«Desde que estamos en hiperinflación ya no existen créditos a corto plazo para que el constructor pueda terminar las obras, ni a largo plazo para que las personas puedan comprar», comunicó Francisco López, destacando que la banca dejó de emitir financiamiento desde que el Banco Central de Venezuela mantiene una política de alto porcentaje de encaje legal.

El sector que se encuentra con algunas operaciones es el mercado secundario. «Hay más ofertas que compradores. En pandemia este sector decreció un 25%», dijo López, una de las razones es porque registros inmobiliarios y notarías no han laborado de manera continua en seis meses, por lo que los contratos inmobiliarios se han retrasado.

Asuaje apuntó que en Barquisimeto estas operaciones también han sido afectadas por la escasez de gasolina. «Corredores inmobiliarios necesitan movilizarse, los compradores exigen ver las casas antes de invertir porque en muchos casos no confían en un vídeo o la información publicada en digital», señaló. Las fallas de los servicios también son un problema. «Los clientes exigen que el conjunto residencial tenga planta eléctrica, agua continua o vías de acceso para el transporte público y esos servicios son cada día más precarios en el país», resaltó.

Déficit histórico

Ronald Arias, presidente de la Cámara de la Construcción en Lara, informó que desde 2016 la entidad registra un déficit de 206.579 mil viviendas, de las cuales 122 mil 45 deben ser construcciones nuevas y 84.534 deben ser reemplazadas, porque se encuentran ubicadas en zonas de alto riesgo, que no son aptas para vivir o son rurales, como ranchos en lugares insalubres para la población.

«Es decir, en la entidad en 2016 unas 800 mil personas tenían necesidad de vivienda. Ahora el gobierno ha dicho que a nivel nacional ha construido 3.141.831 viviendas, ¿Dónde están esas casas? si el déficit nacional hace una década eran 2.492.987 viviendas. Basta con recorrer el país y ver la cantidad de cerros, ranchos e invasiones que todavía se registran», expresó.

Las Cámaras Inmobiliaria y de la Construcción, aseguran que en Lara, actualmente no hay ningún proyecto habitacional de la Gran Misión Vivienda Venezuela activo.

Con información de La Prensa de Lara

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