Carmen Blanco, paciente con hipertensión desde hace 40 años, asegura que se encuentra visitando todas las farmacias sociales a ver si toca con la suerte de conseguir una caja de Losartán Potásico a precio accesible, pues la semana pasada llegó el fármaco antihipertensivo a las farmacias comerciales con un precio entre 42 y 47 mil bolívares.
“Es increíble que una caja de 30 pastillas que me dura 15 días cueste más de lo que cobro como pensionada del Seguro Social. Si seguimos así los pacientes crónicos nos moriremos pues no tendremos para comprar las medicinas”.
Señala que la Amlodipina, otro antihipertensivo que debe tomar de por vida, pasó de seis bolívares a costar Bs. 6.000. “Aunque es un monto bastante elevado, aún se puede comprar”, dijo resignada.
Mike Gil, encargado de Farmaluz en Macuto, informa que desde principios de año están llegando de a poco algunas medicinas y fármacos con precios nuevos establecidos. Aunque desconocen el por qué del abrupto incremento, indica que las cajas llegan desde las droguerías con sus precios impresos. “La semana pasada tuvimos una píldora anticonceptiva, marca Lobelle (importada de Alemania), en Bs. 30 mil. Es una cifra incomparable, sin embargo las unidades que nos llegaron se vendieron”.
El trabajador de una droguería que surte a las farmacias del estado, informó al Diario La Verdad que el aumento se debe a que se están importando los productos terminados y no los principios activos. “Estas transacciones se están haciendo con dólares no preferenciales, pues el Estado tiene más de un año que no nos liquida las divisas para la importación. Para evitar el desabastecimiento total del mercado, estamos trabajando bajo este mecanismo”, dijo la fuente que prefirió el anonimato.
La mayoría de las medicinas que están llegando a las cadenas farmacéuticas y botiquerías comerciales, son procedentes de Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Panamá y México.
En las farmacias sociales, como Fundafarmacia y Farmapatria, solo se consiguen actualmente algunos multivitamínicos, antiinflamatorios, antipiréticos y antigripales. Completamente agotados se mantienen los antibióticos, hipoglicemiantes orales, insulinas, psicotrópicos, protectores gástricos, antimicóticos orales, sueros rehidratantes, reconstituyentes de la flora bacteriana, oxigenantes cerebrales y antialérgicos.
Angélica Fagúndez, afirma recorrer a diario las 8 farmacias que se encuentran entre Maiquetía y La Guaira buscando el Captopril que regula su presión arterial. “Antes conseguía aunque sea las genéricas, pero desde el año pasado la situación se ha tornado crítica. Es desesperante querer conseguir una medicina y no poderla conseguir ni tomar, ese mismo estrés aumenta el riesgo de presentar una crisis hipertensiva crónica”.
Aplican los “remedios de la abuela” ante la crisis
Al no contar con el efectivo para pagar los altos precios de los nuevos fármacos, muchos recurren al yerbatero o a los remedios de la abuela para paliar las enfermedades crónicas que les aquejan.
Carmen Mayora señala que como no consigue el Adalat Oros y no puede pagar los Bs. 42 mil que cuesta el nuevo losartán potásico, prefiere acudir a las hierbas naturales para controlar su enfermedad. “Me recomendaron la moringa y las flores de Alelí para el control de la presión arterial, hasta ahora me la he tomado y me ha ido bien”.
Francisco Pérez también ha aplicado el mismo tratamiento natural para el control de la tensión, pero además toma la barba de jojoto para limpiar sus riñones. “Todo está carísimo y además no se consiguen regularmente las medicinas. Es una situación crítica que nos obliga a aplicar los remedios de antes”.
Farmacia de Alto Costo
Cuatro meses sin recibir tratamiento se mantienen los pacientes afiliados a la Farmacia de Alto Costo del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) en La Guaira. Aseguran que aunque acuden todos los miércoles a retirar su tratamiento, salen deprimidos y devastados ante la imposibilidad de acceder a las píldoras que le garantizan un estilo de vida sano.
Petra García: Vengo desde septiembre del año pasado a buscar la Zyprexa que es un antipsicótico y nunca más ha llegado. Si mi hijo no toma regularmente esta medicina, complica su cuadro psiquiátrico
Néstor Herazio: Yo debo tomar de por vida la medicina Entecavir de 0.5mg, como antiviral contra la hepatitis. Tengo dos meses sin tomarla porque no ha llegado a esta farmacia y aunque no me he sentido mal, mi médico me ha dicho que no debo paralizar el tratamiento
María Hidalgo: Ya no hallamos que hacer para conseguirle los psicotrópicos a mi hija que sufre de esquizofrenia. Yo soy hipertensa y debo estar con la presión de buscar diariamente en todas las farmacias las medicinas para mi hija, pues al no tomarlas su cuadro empeora. Aunque está afiliada al IVSS en el programa de salud mental, tienen 4 meses sin suministrar los fármacos
Bachaqueros se apoderan del mercado
Anticonceptivos, antihipertensivos, antidiarreicos, antibióticos, anticoagulantes y fórmulas lácteas son algunos de los fármacos que los llamados bachaqueros online ofrecen libremente a través de las redes sociales como Instagram y Facebook.
Con perfiles dedicados exclusivamente a la comercialización de productos regulados, venden ilícitamente las pocas medicinas de fabricación nacional que llegan con precios regulados a las farmacias, a un precio casi equiparado al de las importadas.
Karen Uslar, señala que compró una caja de píldoras anticonceptivas de marca Dinol en Bs. 12.000, cuando su precio regulado es de Bs. 2.800. “Lamentablemente hay que pagar lo que pidan para poder prevenir un embarazo en esta crítica situación que vivimos en el país”.
Lo mismo sucede con las fórmulas lácteas procesadas que llegan a las farmacias en Bs. 2.000 y las venden hasta en Bs. 20 mil. Las aspirinas cuestan en el mercado bachaquero entre 14 y 15 mil bolívares, mientras que hay citostáticos para el tratamiento del cáncer, membretados con el logo del IVSS, que los venden hasta en Bs. 100 mil.
Con información de: Informe 21
Fecha: 10 de febrero de 2017