Que la ola migratoria se ha llevado a varios médicos del país no hay forma de ocultarlo. Aunque las cifras exactas se desconocen -como la mayoría de las cifras del país-, una investigación realizada en la Universidad Simón Bolívar demuestra que para 2015 al menos 15.000 galenos han empacado su bata en la maleta para vivir fuera del país. En el 2009, apenas seis años atrás, la cifra era de 2.000.
“En el siglo XXI Venezuela pasó de inmigrantes a emigrantes. De ser un país receptor a un país emisor”, dijo Claudia Vargas, socióloga y profesora de la Universidad Simón Bolívar, la encargada de la investigación.
Vargas se dedicó a medir la intención de emigración de estudiantes de medicina de la Universidad Central de Venezuela -tanto de la escuela Luis Razetti como de la José María Vargas- con resultados preocupantes. Mientras que en 2010 -cuando se llevó a cabo el primer estudio-, el 39,7% de los casi médicos decía que “definitivamente emigraría”, cuando se actualizó el estudio -primer semestre de 2015-, la cifra había aumentado a 59,3%.
Los que probablemente emigrarían pasaron de 26,9% a 28%, mientras que los indecisos sobre hacer su futuro en Venezuela o no disminuyeron de 25,6% a 12%. Una de las cifras alarmantes de la de aquellos que estaban seguros de quedarse en nuestras tierras: 0%.
Según Vargas, la mayoría de los estudiantes se mantiene en el país porque no ha terminado la carrera, y mientras esperan titularse mantienen la esperanza “de que el país cambie”. Esta variable se mantiene igual en ambos períodos, al igual que los entrevistados en 2010 y en 2015 coinciden en que les gustaría volver si el país mejora.
Esto también lo acompañan con sus deseos futuros: a pesar de estar lejos de los 916,445 km² que componen a Venezuela, les gustaría vincularse y trabajar con el país más allá de relaciones con amigos o familiares. Es decir, les gustaría desarrollar investigaciones o trabajos de campo que, aunque se hagan lejos, puedan beneficiar al país.
El principal motivo de emigración para los estudiantes es la inseguridad (esta opción fue votada por el 56,4%), sumado a que consideran que tienen poca o muy poca oportunidad de avanzar en el país. La opción que le sigue es “otros”, donde los estudiantes englobaron la escasez y los problemas para adquirir productos básicos.
Vargas señaló que aunque la oposición era una variable de la encuesta, no fue considerada un problema por ninguno. “Todos los problemas eran directamente relacionados al Gobierno”.
La profesora explicó que esto es un grave problema de pérdida de conocimiento, puesto que con emigraciones calificadas el país va perdiendo su capital. La ponencia fue parte de las IV Jornadas de la Sección de Estudios Venezolanos de Latin American Studies Association (Lasa), donde estuvo acompañada del también profesor Iván de la Vega, con quien forma parte del Laboratorio Internacional de Migración.
De la Vega explicó que los datos oficiales estiman que 1.128.816 venezolanos han emigrado, pero que las estimaciones del laboratorio son mucho más altas: 2.488.000. La mayoría de los venezolanos que emigraron están en América: 850.000 en América del Norte -aunque los datos oficiales son de 330.000-, 800.000 en América del Sur -contra los datos oficiales de 81.823- y 200.000 en América Central (con datos oficiales 179.305), para un total de 1.859.000. Además, se estima que en Colombia hay más de 700.000 doble cedulados.
En Europa se estima que reside un total de 600.000 venezolanos, muchos con doble nacionalidad debido a la inmigración de europeos que recibió nuestro país en la segunda mitad del siglo pasado. En Asia el total de venezolanos es de 17.000, en Oceanía de 15.000 y en África de 6.000.
FUENTE: EFECTO COCUYO
FECHA: 21 DE NOVIEMBRE, 2016