Larissa González, diputada al Parlamento Nacional por el estado Delta Amacuro, denunció la crisis en el área de salud que vive la entidad; la parlamentaria hizo énfasis que “en los municipios Casacoima y Pedernales hay un nuevo brote importante de paludismo”.

González refirió que una fuente en Casacoima informó: “Cada vez es más difícil conseguir el tratamiento antipalúdico porque las autoridades de salud de la entidad no han realizado la dotación correspondiente y el poco tratamiento que llega es sustraído por mafias que lo llevan a las minas para venderlo en dólares; se presume que efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) estarían involucrados”.

La diputada expuso: “En el municipio Pedernales, también afectado por el brote de malaria, existen médicos que cambian las causas de muerte en las actas de defunción de quienes fallecen a causa del paludismo”.

Según la parlamentaria, “desde hace mucho tiempo no se fumiga por estos lados; actualmente estamos en período de lluvia y es cuando más necesitamos de la fumigación, porque los mosquitos se reproducen y prolifera la enfermedad. Esto parece no importarle a nadie, porque más nunca se hicieron jornadas. Los indígenas se están muriendo y se hace imposible viajar a Tucupita o Monagas para recibir atención médica por la falta de transporte”.

“Es increíble que no se tomen las medidas epidemiológicas correspondientes para evitar y prevenir esta enfermedad, y más aún cuando la gobernadora es médico, y se supone que debe conocer lo vulnerables que son las comunidades fluviales. Su ineficiencia está cobrando la vida del pueblo warao”, sentenció González.

La parlamentaria criticó  la gestión de quienes hoy están al frente de la Gobernación y alcaldías en la entidad deltana, “por no ocuparse de resolver los problemas de esta gente, que está muriendo por la desidia de un régimen genocida que la única garantía que le da al pueblo venezolano es hambre, miseria y enfermedades”, puntualizó González.

Con información de El Pitazo

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