Sentadas en la acera, tristes y pensativas. Así estaba un grupo de madres fuera del Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga, de Barquisimeto donde tienen recluidos a sus pequeños desde principios de esta semana y cuentan que ya no tienen dinero debido a que todo lo deben poner ellas de sus bolsillos.
Las principales denuncias eran la falta de insumos, la ausencia de exámenes especializados y la poca o nula comida que reciben dentro del pediátrico.
«Necesitamos una ayuda para los niños. Hemos tenido que gastar hasta 300 mil bolívares en un día entre exámenes e insumos. Nos piden los yelcos, el tratamiento y los exámenes, sólo una placa me costó 240 mil bolívares ayer», comentó Érika Centeno, quien es madre de un niño que se cayó de un caballo en Acarigua y tiene un golpe que afectó sus órganos.
Ella comentó que cada placa de rayos X cuesta 240 mil y ya le practicó una, pero debe hacerle otra para ver el avance del niño, pero el pediátrico no tiene el aparato para hacerlo.
Norkys Pérez, madre de un paciente renal con crisis hipertensiva, aseguró que la dieta que debe seguir el niño no puede hacerla porque no tiene dinero y en el pediátrico no hay dieta especial para nadie. «Mi hijo a veces se acuesta con hambre. La comida es poca y además a veces son cosas que él no puede comer por su tensión», explica la madre.
Además de esto, el resto de las madres asegura que no cuentan con espacios para ellas hacer sus necesidades y bañarse. «Dormimos afuera, en el piso, esperando los diagnósticos, no nos queremos mover porque nuestros niños están allí, aquí el trato no es malo, pero uno pasa roncha, pues tampoco tenemos todo lo que se necesita», asegura.
Con información de La Prensa de Lara