La ONG Convite denunció que en lo que va de año han muerto 30 adultos mayores que vivían en la Casa Hogar Madre Teresa de Calcuta, localizada en Mamera, por enfermedades relacionadas con la malnutrición.
Luis Francisco Cabezas, fundador y activista de Convite, aseguró que revisó cada una de las actas de defunción de los ancianos fallecidos. Dijo que el denominador común fue el bajo peso.
«El índice de masa muscular mínimo es 18. La semana anterior pesamos a cada una de las 120 personas que viven en esta casa hogar y 64% de ellos tuvo un IMM de 19. Es decir, están en el límite. A eso le sigue 12% de delgadez aceptable, 11% de delgadez moderada, 8% de sobrepeso (que es una gordura falsa asociada a problemas de tiroides) y 5% de delgadez severa. Todos los que pesamos nos decían que habían perdido por lo menos tres kilos en relación con su anterior medición», dijo Cabezas.
El director interno del geriátrico, Baudilio Vega, explicó que a los 30 abuelos les había dado gripe, fiebre o zika, los llevaban al hospital y de repente fallecían. Cree que la prioridad de la casa son los alimentos y las medicinas. Hasta los momentos dependen de donaciones provenientes de la empresa privada, de la fundación El Buen Samaritano y de la Iglesia católica.
«Hasta septiembre de 2015 les servíamos desayuno, almuerzo, cena y merienda. Ahora ya no podemos darles merienda y en la cena les servimos lo que haya quedado del mediodía. Solo en 2007 recibimos apoyo de la Misión Negra Hipólita, y eso fue porque venían unas elecciones y necesitaban recoger a las personas en situación de calle. Llegaron 80 de ellos y luego se fueron yendo poco a poco», explicó Vega, quien comenta que se han cansado de mandar comunicaciones al Ministerio de Salud, a Mercal, a Pdval y a la Alcaldía de Libertador, pero no han obtenido respuesta.
Puertas adentro. Los abuelos aseguran que la pasan bien en la Casa Hogar Madre Teresa de Calcuta. María Fátima Ramírez, de 51 años de edad, lleva cinco años viviendo ahí. Antes residía en La Guaira, pero una amiga la llevó a estas instalaciones luego de que sufriera un ACV.
«Acá nos dan la comida y el baño a la hora, y tenemos cariño de los directores. Lo que nos está afectando es la falta de medicinas. Yo, por lo menos, necesito losartán potásico, pues sufro de hipertensión», señaló Ramírez.
Cabezas anunció que pedirá a la diputada Dinorah Hernández, de la Comisión de Familia de la Asamblea Nacional, que comience una investigación sobre la situación de vulnerabilidad de los adultos mayores en el país.
DATO
Convite elaboró un informe acerca de la situación de los derechos humanos de los adultos mayores en Venezuela. En este, entre otros aspectos, denuncia que el país ha quedado en los puestos más bajos en seguridad, estado de salud, entornos favorables para esta población. En 2014 fue el peor país de América Latina y en 2015 fue el penúltimo. El estudio será presentado en noviembre en Ginebra.
FUENTE: EL NACIONAL
31 DE AGOSTO DE 2016