Francisco Contreras es habitante de la UD7 de Caricuao y le toca comprar la bolsa del Clap en el Mercal de este sector. Comentó que este mes otra vez no trajo ni azúcar ni caraotas y recalcó que, a pesar de tener una discapacidad física, no cuenta con la facilidad de acceso a este local.
“La atención de los que laboran en los mercales en Caricuao deja mucho que decir. Nos citan para una hora a los vecinos de un bloque para luego pasarnos a las dos horas, sin contar que cada mes la bolsa viene con menos productos; este mes faltaron el azúcar y las caraotas”, explicó Contreras a El Pitazo en la Calle.
Consultamos a la vecina María Urrutía, habitante de la UD9, para conocer qué productos traía la bolsa del Comité Local de Abastecimiento y Producción (Clap), cuando se comenzó a vender este beneficio en el país.
“Dos azúcar, dos paquetes de caraotas, cuatro pastas, cuatro arroz, dos aceites, cuatro harinas de maíz, dos harinas de trigo, dos atunes y una leche; eso es lo que recuerdo que vendían, ahora no venden caraotas sino lentejas, no venden tampoco azúcar, menos la leche y los enlatados”, respondió la consultada.
Pero no solo ha desmejorado la cantidad de productos en la bolsa Clap. La mala atención en los mercales es otro punto que denuncian los habitantes de esta comunidad. Así lo refirió la señora Ana Lucía Martínez, habitante de la UD2, quien señaló que “pareciera que nos ven como culpables de algo, de su mal sueldo, de su realidad, y Dios libre que nos quejemos porque menos nos atienden. Allí no vale que uno sea de la tercera edad, allí están bien son los amigotes de ellos que pasan a comprar todas las bolsas que quieran”.
Lisbeth Medina, habitante de los Telares de Palo Grande de Ruíiz Pineda, acotó que es lamentable que no hayan seguido vendiendo la leche, el pollo y la carne. “Creo que ya son tres años sin la leche para nuestros hijos. Esta gente del gobierno se llena la boca de que están con nosotros, con el pueblo y la realidad es otra. Estamos a la buena de Dios, porque todos sabemos que la mayoría de las veces nos están amenazando con quitarnos la venta de la bolsa por cualquier acto en apoyo a la oposición”.
Medina señaló que a su hermana le tocó estar un mes en Cumaná, atendiendo a un hijo que sufrió un accidente. “Al regresar, no le vendieron la bolsa para ayudarla con la comida de mis sobrinos. Le di la mitad de mi comida; esta gente es de lo último, de nada sirvieron las razones ni el informe médico que les mostró”.
Los denunciantes explicaron que cada día aparecen nuevos inventos de parte de las comunas para quitarles el beneficio de las bolsas Clap a los vecinos. Recalcaron que se las están quitando hasta aquellos que viajan dentro del país. Indicaron que las comunas no se han preocupado por pedir la restitución de los productos que ya no venden.
“Yo vivo en la UD5 de Caricuao, allí colocaron un papelográfo en la planta baja del bloque, pidiendo las firmas para, supuestamente, actualizar la data del censo. Los vecinos de ese bloque nos oponemos a firmar actualmente, porque sabemos de sus trampas para buscar firmas para reconocer a Maduro o apoyar la Constituyente. De no vendernos la bolsa, vamos a ir a la Asamblea Nacional, a donde sea necesario para denunciar esta sinvergüenzura, porque con la comida de la gente no se juega”, denunció Maryori Marín.
Cazando a cazadores
Kathy Wagner, habitante de La Pradera, comunidad de la parroquia La Vega, señaló que las comunas no acaban de entender que es pecado jugar con las necesidades de las personas. “Todo esto que nos están haciendo lo van a pagar, es ilógico que nos amenacen con quitarnos el Clap por ser opositores, por asistir a las marchas, solo estoy esperando que me digan que no me la van a vender para actuar; creo que ellos saben a quiénes pueden amenazar. Les digo hasta el cansancio que pronto, muy pronto, se les acaba su juego macabro y hambreador”.
Adriana Velásquez coincidió con Wagner en el sentido de que en la comunidad de Las Adjuntas, de la parroquia Macarao, no aceptan ya esas amenazas por parte de las comunas. “Creo que para este tiempo ya ellos saben que las comunidades están esperando lo más mínimo para caerles encima por lo que han hecho con nosotros todos estos años, inclusive así ya andan muchos habitantes que eran afectos al difunto Chávez. La verdad es que esa bolsa no rinde para nada”.
Con información de El Pitazo