El Sundde no son los únicos que han estado inspeccionando las panaderías para verificar el cumplimiento del llamado Plan700, a establecimientos del centro y este de Caracas también han llegado colectivos que amedrentan a los propietarios y les exigen mostrar los inventarios.

El superintendente de precios justos, William Contreras, y los demás fiscales «El martes en la tarde cuando la gente estaba haciendo la cola para comprar pan llegaron cinco hombres que se identificaron como miembros de un colectivo de Plaza Venezuela y con una actitud bastante agresiva nos dijeron que la cola se tenía que acabar, que solo podíamos vender canillas y que querían pasar al depósito», contó la propietaria de una panadería en la avenida Francisco de Miranda, que prefirió no ser identificada.

Aseguró que solo dos de los hombres les mostraron unos papeles en los que decía que pertenecían a un colectivo, el resto no presentó ninguna identificación, por lo que ella se negó a dejarlos pasar. «Les dije que mientras no viniera un fiscal, un guardia nacional o un funcionario policial yo no iba a dejar que nadie entrara a mi negocio, por eso se molestaron más y me insultaron».

Ante la negativa de la propietaria, los hombres empezaron a decirle a quienes estaban en la cola que protestaran para que los dejaran entrar. «Hubo gente que se puso del lado de ellos, pero los clientes frecuentes de la panadería nos apoyaron a nosotros. Yo opté por bajar la santamaría y no la volví a subir hasta que tres horas después llegó la GNB».

Pablo Ruiz, encargado de una panadería aledaña coincidió. «Para acá también vino un colectivo justo cuando estábamos por cerrar. Nos dijeron que ellos querían saber si era verdad que no hacíamos pan porque no tenemos harina. Yo acepté que solo uno de ellos entrara y vio que casi no tenemos materia prima».

Dijo que los hombres también les exigían que le bajaran el precio al pan, que vendieran las canillas en 250 bolívares y que si sacaban más pan sobado lo comercializaran en 400 bolívares, y no en los 800 que le pedían.

Bolsas de basura

José Altuve, encargado de otra panadería en Los Ruíces, informó que a su negocio aún no han ido los funcionarios de la Sundde ni los colectivos. «Solo vinieron unas personas que dijeron ser de la Defensoría del Pueblo y que nos pidieron que no sacáramos la basura temprano, para evitar que la gente rompa las bolsas y se coma los desperdicios».

Los encargados de los establecimientos reiteraron que es muy difícil tener pan disponible durante todo el día porque están recibiendo poca cantidad de harina de trigo. «Aquí se acabarán las colas cuando tengamos suficiente materia prima y podremos vender regulado cuando recibamos la margarina, la manteca y la azúcar también regulada», dijo Andrea Ruíz, encargada de una panadería en el sector El Dorado.

Con información de: El Nacional

Fecha: 16 de marzo de 2017

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