En total abandono se encuentra la UPEL Maturín, así lo han denunciado miembros de los movimientos estudiantiles quienes piden a las autoridades regionales apoyo para recuperar la universidad. Aseguran que esta casa de estudios no cuenta con ningún área apta para el inicio de clases.
De la otrora universidad preponderante sólo queda el recuerdo. Estudiantes de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), núcleo Maturín, denunciaron el abandono en que se encuentra la referida casa de estudios, situación que se agravó desde que inició la pandemia por la COVID-19 en marzo de 2020.
Estudiantes aseguran que los ocho laboratorios de la UPEL Maturín han sido “destrozados” por delincuentes quienes, frecuentemente, acuden a la universidad, aprovechándose de la falta de seguridad en las distintas áreas. De acuerdo con lo señalado por dirigentes estudiantiles, los delincuentes se han llevado gran parte del mobiliario de la universidad.
Entre marzo de 2020 y marzo de 2021 se han registrado alrededor de 200 robos.
En medio de la arremetida de los delincuentes, la universidad prácticamente se está quedando sin asientos para los estudiantes.
En el último año, alrededor de 20.000 pupitres de la UPEL Maturín fueron sustraídos para ser usados como leña, así lo aseguran los estudiantes. Los bachilleres destacan que ante la falta de una cerca perimetral, cualquier persona tiene acceso a la facultad.
Estamos seguros de que son robados para usarse como leña porque desarman el pupitre y solo se llevan la madera, dejan el hierro, tornillos y todo lo demás. Además cerca de la universidad hay varias comunidades que también han tomado parte del terreno, porque nada de eso está cercado. Hemos entregado documentos para impedir que sigan invadiendo pero nada que nos dan soluciones”, sostiene Jonathan Caripe, vocero principal del movimiento estudiantil Unidad Upelista.
De acuerdo con lo indicado por miembros del movimiento estudiantil, la universidad contaba con al menos 60.000 pupitres. Aseguran que aún quedan tanto pupitres como mesas sillas, algunos deteriorados y otros en buen estado.
La masa estudiantil de la UPEL era sumamente alta, todavía quedan pupitres y algunas mesas sillas, podría decir del 100 % aun contamos con un 45 % de pupitres, pero para seguir conservando eso necesitamos seguridad en la universidad y un cercado”, dice.
Sin ayuda oficial
El dirigente estudiantil sostiene que ninguna de las áreas de la universidad está apta para regresar a clases presenciales, cuando se plantee esta posibilidad. Caripe indica que han recurrido a las autoridades buscando ayuda para rescatar esta casa de estudios y hasta ahora no obtienen respuestas.
La UPEL tiene aproximadamente 10 sectores y cada sector tiene alrededor de 10 a 12 aulas de clase, ninguna de estas áreas están en condiciones para que nosotros podamos regresar, todo ha sido desvalijado. Los delincuentes han robado hasta los marcos de cobre y de aluminio de las ventanas”, detalla.
Caripe precisa que las aulas no han sido cerradas pese a que en la universidad no hay presencia estudiantil ni de profesores, por lo que han decidido soldar las puertas.
Hemos decidido por nuestros propios medios soldar las puertas de las aulas para resguardar lo poco que queda en cada una de ellas, como por ejemplo, los pupitres. Esto ha sido posible gracias a los profesores y a varios acercamientos que hemos tenido con el decano”, precisó.
Los estudiantes aseguran que han establecido contacto con el presidente del centro de estudiantes, Ezequiel Muñoz y hasta ahora no ha dado soluciones para atender la universidad. Además mencionan que no han recibido apoyo de la Gobernación de Monagas.
“Varias veces hemos llamado al presidente del centro de estudiantes para que nos apoye y nos dice que no se puede por las semanas radicales, que en las flexibles va a resolver y hasta ahora nada. Nosotros, desde el movimiento estudiantil, visitamos frecuentemente la universidad para rescatarla porque de la gobernación no hemos recibido ningún tipo de ayuda”, manifiesta Caripe.
Otra de las denuncias expuestas por los estudiantes ha sido el tema de la electricidad. Comentan que desde hace dos semanas la universidad está completamente a oscuras y los pocos funcionarios que asisten para vigilar deben alumbrar con linternas.
Hace dos semanas un camión de Corpoelec se paró en frente de la universidad y se llevaron los tabacos, desde ese momento todo está a oscuras, no hay una sola área que tenga luz”, dice.
El pedagógico de Maturín es resguardado por tres funcionarios de la policía estadal, los mismos acuden regularmente a la universidad pues aseguran que no les garantizan logística para estar todos los días en estos espacios.
Estudiantes sin herramientas para clases en línea
Hasta ahora en la UPEL Maturín no se ha decidido cuál será la modalidad de estudio para el venidero semestre. Los estudiantes sostienen que no todos cuentan con las herramientas como: Internet, teléfonos inteligentes, tabletas y computadoras, para el inicio a clases a distancia.
“Los profesores escogerán las formas de dar clases. Ya iniciaron las asesorías para lo que será el nuevo semestre y nada más han participado 2500 personas, también creamos un grupo de WhatsApp y hay solamente 43 miembros. No todos tienen internet, algunos usan teléfonos prestados para poder participar en las asesorías”, destacó Caripe.
Con información de Crónica