El queso y la mortadela es comprado por venezolanos, pero graneadito. La gente lo prefiere ante los altos costos de la carne y lo usan para acompañar cualquier tipo de comida.
En el desayuno, almuerzo y cena pueden comer en cualquier presentación la mortadela, pero la adquieren de poquito en poquito por los altos costos, pues alcanza Bs. un millón 200 mil, mientras que el queso se consigue desde los Bs. 800 mil, dependiendo la zona y el lugar.
Los vendedores añaden que la gente compra lo básico para poder rendir la plata. Dicen que la mejor opción que tienen son los chinos y los abastos del centro, pues venden a mejor precio en comparación de otros comercios, pues la idea es buscar la economía.
Hasta media mortadela o menos pueden comprar y lo mismo sucede con el queso, pero lo bueno es que lo pueden comer con arepa y hasta con arroz o pasta.
«Es que la idea es rendir la plata, ya nada es como antes» dijo Osvaldo Tovar, quien estaba preguntando por la mortadela y quedó sorprendido con el precio que le dieron, pues comentó que camina unos cuentos locales para ahorrarse unos cuantos bolívares.
Lo que son los víveres también de compran en menos cantidad. Los vendedores añaden que la harina y la pasta siempre tienen salida porque es lo que la gente come, pero la cantidad si bajó.
«Por eso es que decimos que la gente busca lo básico, muchos andan es preguntando y luego se deciden comprar» dijo Elías Chirinos, por lo que detalló que eso de vender un mercado con toda la cesta mínima ya quedó en el olvido.
Cuando se miran los precios de la carne, es otro dolor de cabeza. A pesar que la siguen comprando, la cantidad también es mejor, porque el kilo se consigue en Bs. un millón 500 mil en mercados municipales, mientras que en carnicerías se consiguen hasta Bs. 500 mil más si es de primera.
La gente dice que les deprime salir a comprar comida, porque cada día es un precio diferente y su presupuesto se hace más pequeño, pues a la bolsa ya no le meten tanta comida.
Con información de La Prensa de Lara