Los afectados deben cargar agua para el aseo desde casa de vecinos. Trabajadores de Corpoelec en el municipio Colón intentan reparar la avería de un transformador que afecta el sistema de bombeo.
Quedarse en casa y sin agua en medio de la cuarentena por el coronavirus es la odisea que viven 1.500 familias en la capital del municipio Colón, en el estado Zulia, debido a la explosión en un transformador eléctrico que dejó sin distribución del hídrico a quienes residen en el poblado zuliano.
Los vecinos de los sectores Maiquetía, San Carlos norte, Los Cipreces; Juan de Dios González y Caricagüey, confirmaron que desde el día jueves 28 de enero se registró una explosión en un banco de transformadores que ocasionó restricciones para encender el sistema de agua potable, que está detrás del centro de educación inicial Fundación Niño Zuliano, en esa parroquia.
«Desde entonces llega agua sólo a quienes tenemos bomba eléctrica, pero al resto de los vecinos no les baja por las tuberías», contó Aracelis Guerrero, de 60 años, quien añade que los funcionarios de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) han efectuado dos chequeos sin que se solucione el problema de manera definitiva.
Otro vecino que pidió no ser identificado pormenoriza que uno de los tres transformadores, de 75 kva, es el que presenta el desperfecto. «Cuando lo encienden hace mucho ruido. Aquí la solución es hacer pruebas independientes con cada transformador y restablecer el cableado que provee energía eléctrica a la estación de bombeo». Creen que el transformador se quemó y los funcionarios deben sustituirlo.
Para la mañana de este lunes 1° de febrero el personal de la estatal de servicio eléctrico tenía previsto reparar los daños por tercera ocasión desde que se registró la falla.
Mientras esto ocurre, Luisa, una anciana de 68 años, afirma que en su familia deben «carretear» baldes de un lado a otro para lavar los utensilios de cocina o la ropa y hasta para cepillarse los dientes. Son los vecinos que cuentan con pozos o bombas de succión independientes quienes desde la suspensión del servicio se han dedicado a tender su mano a quienes se quedaron sin el líquido para el aseo de sus hogares o el uso personal.
Sólo en el año 2020 los pobladores de San Carlos de Zulia experimentaron ocho averías para la distribución de agua potable, de las cuales seis de ellas obedecieron a daños en el sistema de bombeo, como falta de limpieza en las tuberías o la no sustitución de las gravas, que son piedras que se encargan de filtrar la arena y otra suciedades. Los inconvenientes eléctricos también representaron una limitante para distribuir agua por tuberías.
Los racionamientos eléctricos por hasta cinco horas al día y las explosiones por la variación en el voltaje se suman a las precariedades para acceder a un hídrico constante y limpio en medio de la cuarentena anunciada por los gobernantes para hacer frente a la pandemia del COVID-19.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el lavado frecuentes de manos pero el principal recurso natural para higienizar los espacios no está presente en los hogares de la jurisdicción del Sur del Lago.
Con información de El Pitazo