En Venezuela ya es común el aumento desmedido diario de la comida, productos de higiene, ropa, zapatos y otros servicios de la vida cotidiana. La inflación, escasez, desastre económico por las políticas gubernamentales y el mercado volátil cambiario son quienes marcan el ritmo.

Economistas han insistido que el tema no se trata de cambiar la moneda y cambiarla al dólar, sino en desmontar una serie de descontroles que ha implementado el Gobierno durante 18 años. Sin embargo, la nación petrolera sufre prácticamente una dolarización implícita, con la desgracia que sus ciudadanos perciben un salario mínimo mensual en una moneda supra devaluada.

Y es que el valor del billete verde es tomado como mayor referencia por los comerciantes y también, incluso, por otras aérea. En una oportunidad, el economista César Aristimuño ya advertía en un artículo de opinión que en la economía venezolana se estaba observando indicios de una “dolarización de hecho”, según datos recogidos de Panorama.

“La clara referencia del precio del dólar en aquellos bienes no regulados o que se comercializan en los mercados negros. Otro ejemplo evidente de una dolarización de facto se puede encontrar en la venta de vehículos en dólares, apartamentos (…) un hecho público y notorio. Aparte de lo anterior, el tipo de cambio paralelo sigue influyendo en los costos y en la fijación de precios finales a pesar de la persecución de esta práctica por vías punitivas”.

Esto es el motivo claro de cómo una persona un día conoce el precio de un producto en particular, y al día siguiente, ya tiene otro con el alza casi diario del dólar paralelo, la opción de muchos ante la sequía de divisas en el país que el Gobierno trató de enmendar con el nuevo sistema de divisas de tipo de cambio complementario flotante del mercado (Dicom) que habría suspendido las subastas al quedarse sin divisas para ofertar.

LA REFERENCIA DE MERCADOS:

Los vehículos

Para la venta de vehículos, los propietarios toman como referencia la tasa que cifre Dolar Today. Desde 1500 dólares en adelante se ofertan. “De nada me sirve recibir bolívares, eso ya no me lo recibe prácticamente nadie si quiero comprar otro carro”, dijo a esta redacción un consultado.

La ropa y zapatos

En un recorrido por el mercado popular Chacaíto, en el estado Miranda, la variedad es amplia. Las blusas no bajan, de la más sencilla, de 6o mil bolívares, mientras que los jeans de 290 mil bolívares. “Hoy este es el precio, mañana quien sabe”, dicen los vendedores.

En uno de los locales que vende zapatos deportivos, algunos originales otros no, los comerciantes señalan abiertamente que los precios son en dólares. Por ejemplo, unos deportivos imitación a la moda tienen un precio de 12 dólares al cambio en bolívares.

Comida

Aunque el Gobierno asegura que la comida es prioridad para el dólar preferencial, la historia es otra. En los supermercados es común ya ver algunos estantes repletos de pasta, arroz, azúcar, café, cereales y otros productos importados que superan una semana de salario mínimo. Comerciantes han señalado que el Gobierno dio carta abierta para importar y colocarle su precio según a la tasa que se adquirió. Es así como una leche importada cuesta 40 mil bolívares, pasta 35 mil bolívares,  arroz 50 mil bolívares, entre otros.

En el caso del pan, un conflicto que se desató a principio de años, ya es vendido normalmente en algunas panaderías. Un campesino tiene un precio de 5 mil bolívares mientras que una canilla 2.500 bolívares.

Fuente: El Cooperante

Fecha: 08 de septiembre de 2017

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