Las aguas contaminadas del Lago de Valencia comenzaron a invadir las casas de quienes viven en las zonas más cercanas en Aragua y Carabobo. La advertencia de que la cota del agua subiría se cumplió y somete a los habitantes al contacto con amenazas potenciales a la salud.
Habitualmente, las inundaciones elevan las probabilidades de la propagación de epidemias como dengue, zika y chikungunya, enfermedades transmitidas por zancudos, y ese es uno de los retos que deben enfrentar en esa zona del centro del país que ha tenido alta interacción de los tres virus en los últimos años.
Sin embargo, si se trata de aguas residuales, como las que componen el lago, se suman peligros.
El estudio Diagnóstico y conceptualización de soluciones para la rehabilitación y optimización de las plantas mayores de potabilización de agua de Venezuela, ordenado por Hidroven y la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina a una consultora internacional en 2012 reveló que el Lago de Valencia tiene alta concentración de coliformes totales y fecales, bacterias contenidas en las heces.
Las inundaciones con aguas cloacales fomentan el padecimiento de enfermedades entéricas y diarreas de todo tipo, que puede exponer a las poblaciones más empobrecidas, como las que se están viendo afectadas en Maracay y Valencia, también a la desnutrición, advierte José Félix Oletta, ex ministro de Sanidad.
Por ello el poder contar con agua potable para el consumo humano es primordial. “La paradoja es que hay exceso de agua, pero sucia. Es necesario hervir el agua antes consumirla y clorarla si fuera necesario”, indica el médico.
Las autoridades del Ministerio de Salud no han informado de la activación de algún operativo de atención especial para los afectados por la subida de las aguas del lago, sin embargo, es imperioso que se haga una vigilancia activa de enfermedades como la leptospirosis, transmitida por la orina de animales infectados; el cólera, una enfermedad diarreica que puede llegar a causar la muerte y que es causada por la ingesta de agua contaminada; o la hepatitis A o la fiebre tifoidea, propagadas por vía oral.
Si la piel tiene heridas o laceraciones y entra en contacto con aguas cloacales, pueden producirse infecciones o sepsis severa. Si no hay tratamiento oportuno, las bacterias fecales pueden ocasionar celulitis, inflamación muscular, abscesos o gangrena.
La Sociedad Venezolana de Salud Pública agrega otras patologías que pueden desarrollarse como consecuencia de las inundaciones en Aragua y Carabobo: Tétanos, por heridas en la piel y posterior contacto con tierra, amibiasis, y dermatitis.
Para quienes se encuentran expuestos a situaciones de riesgo por la inundación de las aguas del Lago de Valencia, la sociedad recomienda:
-Si presenta una herida leve o rasguños: lavarse la zona afectada con agua y jabón o con una solución antiséptica como iodo povidine o alcohol.
-Lavarse los ojos solamente con abundante agua o solución estéril.
-Si presenta una herida o un traumatismo de relevancia, consultar de inmediato a un médico.
-Si presenta dolor en la herida, calor local o hinchazón, acudir a una consulta médica, seguramente se trate de una infección.
-Vigilar aparición de fiebre, malestar general, diarrea, coloración amarillenta de la piel y mucosas, y acudir al médico de presentarse uno o varios de estos síntomas.
-Es necesario aplicar la vacuna de toxoide tetánico si la persona nunca ha recibido la vacuna o si han pasado más de 10 años de haberse colocado el último refuerzo (si ha sido vacunado recientemente contra la difteria, recordar que esta vacuna contiene toxoide diftérico y tetánico).
Fuente: El Estímulo
Fecha: 15 de septiembre de 2017