Desde inicios de año funcionarios de la Dirección de Gestión de Riesgos de la Alcaldía de Libertador y de los Bomberos del Distrito Capital contabilizan 600 casos de accidentes viales y peatonales en el Área Metropolitana de Caracas por daños en su infraestructura.
Solo en mayo registraron 80 casos de lesionados en aceras rotas, alcantarillas sin tapa y vías con huecos y botes de agua. El más reciente de estos casos se produjo entre las avenidas El Parque y Ávila de la parroquia San Bernardino de Caracas, municipio Libertador, cuando Mileidis Solórzano cruzaba la calle, con sentido hacia El Ávila y se tropezó con un enorme hueco que no pudo ver porque las aguas negras que corren por el lugar lo tapaban.
«Me fracturé el tobillo y fui trasladada de inmediato por los bomberos a una clínica cercana. Ahora debo hacer reposo durante un mes y luego someterme a rehabilitación», relata.
Así como este caso, en los cinco municipios de Caracas miles de peatones y conductores corren el riesgo de lesionarse, y hasta perder la vida por los daños en la infraestructura de la ciudad, aún más descuidada porque las autoridades locales ahora dan mayor prioridad a la agenda política sobre la urbana, afirma Rebeca Bustamante, urbanista y profesora de esta cátedra en la Universidad Central de Venezuela.
Señala que la falta de políticas públicas, voluntad política y de trabajo mancomunado de las autoridades del Área Metropolitana provocó, desde inicios de año, un deterioro en las vías, aceras, alumbrado público, y en el resto de los servicios en Caracas.
En consecuencia, comenta, Caracas está sucia, llena de escombros por doquier, repleta de huecos, y con severas fallas en las áreas de uso peatonal y recreativo, entre las que se cuentan caminerías levantadas, bancos oxidados, techos y áreas públicas llenas de heces de animales y seres humanos, y con muchas tanquillas sin tapa.
Solo entre las esquinas Ánimas a Manduca se cuentan seis casos de personas lesionadas tras caer en una tanquilla sin tapa. La última de ellas casi pierde la vida.
El deterioro de las áreas públicas hacia los municipios Chacao, Sucre, Baruta y El Hatillo también es denunciado por miles de vecinos a diario a través de las redes sociales. «Hoy tenemos más huecos, postes sin luz, menos vigilancia y paradas de autobuses en el piso», afirma Isabel Rojas, líder vecinal del municipio Sucre.
En su vecino municipio Baruta los residentes del casco central sortean hasta diez huecos y hundimientos para llegar a la parada de autobuses, confirma Nelson Graterol, vocero vecinal. «Acá es común ver a niños y ancianos lesionados tras caerse en el pavimento dañado. Eso lo saben las autoridades. Entendemos que hay crisis en todos los sentidos, y protestas por doquier, pero hay que ejecutar los planes municipales», indica.
Se trata pues de una tarea pendiente de alcaldes y Gobierno central en beneficio de más de 3 millones de habitantes, muchos de estos son ancianos.
Fuente: El Universal
Fecha: 01 de julio de 2017