La actividad de la construcción en Venezuela nunca estuvo tan deprimida como ahora con una tasa de desempleo de 95%, la profundización de la escasez del cemento y la cabilla, y la casi paralización de las obras en el sector público y privado, informó Octavio Campos, directivo de la Federación Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción.
El representante de Fetraconstrucción indicó que en condiciones normales esa industria ocupa, a escala nacional, a entre 1,8 millones y 2,4 millones de trabadores, pero en la actualidad solo están laborando 100.000. “Las obras públicas nuevas y el mantenimiento de las existentes están prácticamente paralizadas”, advirtió.
El también dirigente del sindicato de la Región Capital, Vargas y Miranda señaló la contracción de los trabajos en las ciudades Caribia, Zamora, Belén y Miranda de la Misión Vivienda, de la cual la excepción es el proyecto residencial de Fuerte Tiuna que marcha a un cuarto de máquina.
“Asimismo, están paralizados los ferrocarriles, el Metro, la infraestructura vial y la central hidroeléctrica Tocoma”, precisó el sindicalista. Agregó que en el sector privado la ejecución de proyectos se reduce a algunos centros comerciales, pues los inversionistas no tienen confianza debido a la crisis económica y política que vive el país.
Sobre los obreros que tienen empleo, Campos indicó que “se desmayan del hambre en las obras porque su salario es muy bajo: con 909 bolívares diarios no pueden cubrir el gasto de la comida durante el tiempo de trabajo ni las necesidades del grupo familiar”.
En este contexto refirió que los sindicatos proponen un aumento salarial a 10.000 bolívares diarios y, además del bono de alimentación, los patronos públicos y privados deben garantizar al trabajador una comida caliente diaria en el sitio de labor.
“Por las políticas del gobierno, los trabajadores de la construcción están dentro de la población en pobreza extrema”, sostuvo. El próximo sábado el sindicato hará una asamblea de afiliados para declararse en emergencia ante esta situación.
FUENTE: EL NACIONAL