En comparación con la participación que hubo en el primer simulacro del 25 de octubre, la de este domingo 15 de noviembre ha sido baja. Representantes de los centros de votación lo atribuyen a que quienes asistieron al primer proceso no quisieron asistir a este porque «no tenía sentido»

Electores venezolanos asistieron al segundo simulacro electoral de las parlamentarias del próximo 6 de diciembre sin saber quienes son los candidatos que los representarán en la Asamblea Nacional a instalarse el próximo 5 de enero de 2021, pero dando por sentado que sus votos van para el aspirante propuesto por el partido político al que apoyan.

«No conozco a mis candidatos, pero yo sé que voy a votar por una tolda política», respondió el señor Jesús Arango, de 71 años de edad y residente de la parroquia Sucre, cuando se le preguntó si conocía quienes eran los diputados aspirantes a representar a la gente de Catia en el parlamento venezolano y las propuestas que estos habían presentado.

La realidad de Arango era la misma que la de muchos de los votantes que se encontraban en las filas para votar en el simulacro. A 12 días de haberse iniciado la campaña electoral, los ciudadanos admitían no saber «ni papa» sobre sus candidatos.

La señora Ana Díaz aseguró que estaba perdida, «en tiempo y espacio», pues, a su juicio, a diferencia de procesos electorales anteriores, en este la información divulgada sobre los partidos que participarán en los comicios ha sido poca. Dijo que antes repartían volantes en las calles y de esa forma ella se familiarizaba con los postulados por su parroquia, pero que en esta ocasión ningún papel ha llegado a sus manos, ni por que los hayan dejado tirados en el suelo.

» Yo sé por cuál partido voy a votar, pero de verdad, verdad, no sé quienes son, porque ni los conozco, pues. Eso sí, estoy aquí hoy, y digo que la gente debe hacer igual porque hay que salir todos. Si va un solo grupo a esas elecciones, nada más ganaría ese grupo. La idea es que todo el mundo vaya a votar y así medirnos correctamente. «, expresó Díaz.

Pese a que ahora se elegirán 277 representantes dentro de la asamblea, y no los 165 o 167 que estaban establecidos en la Constitución de 1999, y que por tanto hay más candidatos, 14.000 en total, que aspiran a ser elegidos por la ciudadanía el próximo 6 de diciembre, la gran mayoría de sus electores no conocen ni sus nombres.

El distanciamiento social fue un mito en el simulacro

En cuatro centros de votación visitados por TalCual la mañana de este 15 de noviembre, todos ubicados al oeste de Caracas, se pudo constatar que el cumplimiento del distanciamiento social de 1,5 metros, una de las medidas establecidas por el Consejo Nacional Electoral para evitar la propagación del coronavirus, se quedó tan solo en papel.

A las afueras del Colegio Universitario Francisco de Miranda, una de las 341 instituciones habilitadas como centro de votación durante este segundo simulacro electoral, estaban cerca de 200 personas. Unas en cola y otras dispersas a los alrededores de una plaza que está en frente del instituto.

Todos los que allí se encontraban pertenecían a la parroquia Altagracia, y según Miriam Rangel, jefa de una de las 17  Unidades de Batalla Hugo Chávez (UBCH) de la parroquia, en esta jornada había habido más participación de parte de la población de la tercera edad. Para las 11:00 de la mañana, cerca de 100 personas de la UBCH César Rengifo, la que está a su cargo, habían participado en el ensayo de las elecciones legislativas de fin de año.

En ese sentido, Rangel señaló que en esta oportunidad la participación no había sido tan masiva como la fue en el primer simulacro, por lo que atribuyó este hecho a que muchos de los votantes que ya habían asistido a la primera práctica prefirieron quedarse en casa porque no tenía sentido ir a hacer nuevamente lo mismo. Aseguró que desde tempranas horas de la mañana su partido ha estado activo para «movilizar las estructuras».

«Acaban de hacer una auditoría para saber quién de las personas pertenecientes a las estructuras del partido había llegado»,  comentó la señora.

En este centro electoral, al igual que en el Liceo Andrés Bello, de la parroquia La Candelaria, y el Instituto Fermín Toro, de la parroquia Catedral,  no se le permitía ingresar a los periodistas. Sólo la prensa oficial del CNE tenía acceso, el resto de la prensa podía tomar fotos a sus alrededores.

«La prensa está restringida. Ellos no pueden entrar (en referencia los periodistas) » dijo uno de los funcionarios de la Guardia Nacional que custodiaba la sede del Fermín Toro, cuando periodistas de TalCual y El Pitazo pidieron acceso para ingresar al centro de votación.

Protección sólo dentro de los centros

De acuerdo con el Observatorio Electoral Venezolano, durante el primer simulacro, realizado el 25 de octubre, no se suministró gel antibacterial antes de utilizar la máquina de votación. Sin embargo, en uno de los colegios habilitados para este proceso, Liceo Miguel Antonio Caro, y a cuyas instalaciones TalCual pudo tener acceso, esta medida sí estaba siendo cumplida, al igual que la desinfección a la entrada.

Para las 12:00 del mediodía, según informó Lauris Torres, uno de los técnicos electorales a cargo en ese centro, habían votado cerca de 600 personas, la mitad de los electores que habían ido a  las urnas para esa misma hora en el proceso pasado.

Según explicó, esta vez había cuatro máquinas de votación, dos más de las que se tenían en el primer simulacro, para que todos los electores de la parroquia Sucre, Catia, incluso aquellos a los que no les correspondía votar en ese lugar, pudiese ir para allá.

Con información  de Tal Cual

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