No hay duda de que las condiciones inhumanas del presidio en Venezuela son unas de las peores de Latinoamérica. Aunado a la violencia que históricamente fue la causa principal de muertes dentro de los recintos penitenciarios, ahora los privados de libertad sucumben ante una decena de enfermedades como tuberculosis, hepatitis, entre otras, además de la desnutrición que cada día suma más víctimas porque el Estado no les garantiza la alimentación diaria.
Solo en los primeros tres meses del 2019, 37 reclusos fallecieron por temas de salud en las cárceles venezolanas, siendo las principales causas de muerte: tuberculosis, desnutrición, hepatitis, salmonela, neumonía y VIH; mientras que otros 9 murieron por causas violentas como ataque con arma blanca, arma de fuego, ahorcamiento o traumatismo generalizado.
46 familias perdieron a su ser querido en las garras de la desidia que atenta flagrantemente contra los Derechos Humanos de los presos en Venezuela. Así lo declaró Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), quien además denunció el incumplimiento del artículo 43 de la Constitución, el cual establece que “el Estado será responsable de la vida de las personas que se encuentren privadas de su libertad”.
En Venezuela no hay pena de muerte, pero el hambre mata a los presos si no se les da comida o medicamentos, y eso es responsabilidad del Estado venezolano. No es posible que un preso ingrese con 80 kilos y en poco tiempo pesa 40 kilos”, agregó Prado.
Finalmente, cabe destacar que el 95% de los penales en todo el territorio nacional está en riesgo crítico, siendo el hacinamiento una de las principales razones de las pérdidas fatales.
Con información de el Observatorio Venezolano de Prisiones