Este 15 de enero, se celebra el Día del Maestro en Venezuela. Conozca cuáles son las exigencias de un gremio que se mantiene en protesta desde el año 2019 y que ha sido condenado a la pobreza extrema durante los últimos años.

Muchas fueron las protestas y exigencias de los maestros durante el 2020. Sin embargo, ninguna de las peticiones fue escuchada. Este 15 de enero, en Venezuela se celebra el Día del Maestro, en medio del deterioro del ejercicio de la profesión durante los últimos años.

La inconformidad dentro del gremio data desde el año 2019, cuando comenzaron a alzar la voz frente a lo que consideran una injusticia laboral. Aunque la situación era precaria, la pandemia complicó más la educación venezolana. Según la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Asuntos Humanitarios, solo el 31,3 % de los consultados tiene “buena conexión a Internet” mientras que 35 % declaró tener una conectividad limitada o baja. Estas son las circunstancias en las que los profesores y alumnos participan en las clases.

La mayoría de los educadores han denunciado en reiteradas ocasiones y de diversas formas que el salario que ganan los obliga a vivir condenados a una pobreza extrema, y que está muy lejos de ser el salario digno que contempla la Constitución Bolivariana de Venezuela, pues lo que perciben no alcanza para cubrir los gastos más elementales.

Aquí te presentamos un resumen de las exigencias de los maestros realizada por El Pitazo:

Salarios dignos

Como la mayoría de los trabajadores del sector público, los docentes también piden salarios dignos. La falta de una remuneración que cubra las necesidades básicas deja al gremio en una situación vulnerable. Según las denuncias recopiladas por El Pitazo, a finales del año 2020, un maestro ganaba entre tres y cinco dólares. Un salario que se sigue pulverizando a diario por la hiperinflación.

Según la Federación Venezolana de Maestros, un docente debe estar ganando alrededor de 600 dólares mensual.

Seguridad social
Otra de las denuncias de los docentes es la falta de seguridad social a la que están condenados. En reiteradas ocasiones han denunciado que el salario de un docente jubilado no alcanza para tener una vida digna y que los beneficios médicos, como el seguro del Ministerio de Educación no están solventes. También han denunciado el deterioro de los servicios que presta el Instituto de Servicio, Protección y Asistencial Socia (Ipasme).

Piden la revisión de todo lo que tiene que ver con la parte económica del contrato y un seguro de vida y funerario actualizado a la realidad.

Bonos
Los docentes también exigen el pago de bonificaciones y primas establecidas en la contratación colectiva firmada en el año 2018. Aseguran que el sueldo que ganan no alzanza ni siquiera para cubrir los gastos de transporte. Además piden el incremento del bono de alimentación ajustado a la realiadad hiperinflacionaria del país.

Beneficios que perdieron
Los gremios y federaciones del país han pedido que se respete la contratación colectiva firmada en el año 2018 y que además se cumplan todos los pliegos con las demandas que se han entregado ante el Ministerio de Educación en Caracas.

La renuncia de Aristóbulo y Piñate
Ante la falta de respuestas a sus demandas, los educadores también han manifestado y exigido de manera pública la renuncia del ministro para la educación, Aristóbulo Istúriz, y del ministro del trabajo Eduardo Piñate.

Con información de El Pitazo

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