El brote que inició en el estado Bolívar a mediados de 2016 todavía persiste tres años después y sigue cobrando vidas. En su última actualización epidemiológica, con fecha de este lunes, 18 de marzo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) confirmó 10 muertes por esta enfermedad en Venezuela.
El organismo regional detalló que entre enero y febrero de este año se han contabilizado un total de 164 infecciones. Hasta la fecha, solo Venezuela y Haití han reportado casos de esta enfermedad.
Desde el inicio de la epidemia, la OPS señala en su reporte que Venezuela ha notificado más de 2.700 casos sospechosos, con 2018 como el año en el que se registró mayor número de contagios, un total de 1.198 casos.
Del total de notificaciones, 1.612 casos han sido confirmados hasta la fecha: 128 por análisis de laboratorio y 1.084 por criterio clínico o nexo epidemiológico.
De 2016 a 2019, la enfermedad ha cobrado la vida de 280 personas. El año pasado también fue el período en el que se registró mayor número de defunciones, con 150 muertes. Le siguieron 2017 (con 103) y 2016 (17).
La OPS alerta que la tasa de letalidad de los casos confirmados aumentó, pasando de 20% en 2018 a 26% para este 2019.
De acuerdo con el Observatorio Venezolana de Salud, la tasa de mortalidad oscila, normalmente, entre 5% y 10%. Esta puede incrementar en el caso de niños y adultos mayores.
“Durante el 2018 fueron 22 las entidades federales y 99 municipios que reportaron casos confirmados. Los casos se registraron en todas las edades. La tasa de incidencia en menores de 15 años es de 4 casos por 100.000 habitantes, en la de 15 a 40 años es de 3 casos por 100.000 habitantes y en la de mayores de 40 años de 1 caso por 100.000 habitantes”, señala la OPS en su último reporte.
Veinticuatro años después de haber sido erradicada, la difteria reapareció en el país debido a la baja cobertura de vacunación.
La epidemia sigue activa incluso nueve meses después de que la directora de la OPS, Carissa Etienne, visitara Venezuela y pidiera al Estado “acciones urgentes” para responder a enfermedades reemergentes y prevenibles por vacuna.
Para entonces, la OPS pidió a las autoridades venezolanas la ejecución “urgente” de un plan de acción para detener la transmisión de sarampión y difteria en el país.
No obstante, los casos de ambas enfermedades infecciosas continúan llegando a las consultas de los centros de salud del país. Incluso pese a que en octubre del año pasado el Gobierno anunció la activación de un plan de inmunización contra el sarampión y la difteria en planteles oficiales de todo el país.
Otra de las sugerencias es la mejora de la vigilancia epidemiológica y el acceso a la información de salud, ausente en el país desde la publicación del último boletín epidemiológico del Ministerio de Salud en mayo de 2017, tras haber pasado más de año y medio sin revelar cifras.
Con información de Efecto Cocuyo