Un hombre de 34 años se convirtió en la tercera víctima de la difteria en Maturín en las últimas 96 horas. El jefe de la emergencia de adultos del Hospital Universitario “Dr. Manuel Núñez Tovar” (Humnt), Jesús González, confirmó a medios locales el deceso, aunque no detalló de donde provenía ni cuánto tiempo llevaba recluido en el centro asistencial.

Sólo dio a conocer que murió en horas de la tarde del viernes 1º de septiembre, un día después de la muerte de una pequeña de 8 meses que llegó de Temblador, en el sur de Monagas, y 48 horas más tarde de que se produjera el primer fallecimiento, otro niño de 11 meses que vivía con su abuelo materno en el sector La Constituyente en Maturín.

A pesar de que se han producido tres decesos en tres días consecutivos, en el Humnt no se ha activado el cerco epidemiológico necesario para prevenir más contagios. Así lo denunció la jefa del servicio de emergencia pediátrica, Yacirka Vásquez, quien dijo a periodistas regionales que todos los registros son pacientes que ingresan al hospital, tanto en la emergencia de adultos como en la de niños, pero que no son aislados como debería.

De esta queja se hizo eco la diputada a la Asamblea Nacional por el estado Monagas, María Gabriela Hernández (PJ), quien este domingo 3 de septiembre en un acto por su candidatura a la Gobernación de la entidad para las primarias de la MUD, dijo a Efecto Cocuyo que el Núñez Tovar “es una bomba de tiempo y aún las autoridades regionales no han tomado la previsión de decretar un cerco epidemiológico, en el principal foco donde se ha atendido la enfermedad”.

En ese acto celebrado en Maturín, el también diputado José Manuel Olivares, manifestó que Monagas es uno de los estados del país con una cobertura de vacunación inferior a la tasa nacional que es de 42 %, que al igual es menos de la mitad que la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (95%). En Monagas el plan ampliado de inmunización llega solo al 32 % de la población, según cifras que maneja el parlamentario.

Como Hernández, Olivares se preguntó por el aislamiento que debería existir en el principal hospital de Monagas para prevenir más contagios.

“Dónde está el cerco epidemiológico de los padres que son contactos positivos aparentes; hay un trabajo que hacer pero lamentablemente la política es ocultar la información y no importarle la vida de los demás … La realidad es que hay familias que perdieron dos niños por una enfermedad de la colonia, erradicada hace 20 años, que mataba hace 200 años y en pleno siglo XXI no se justifica que mueran niños que por vacunarse podrían salvarse”, expresó.

Olivares añadió que ni siquiera existe el protocolo de tratar a los médicos que revisaron a esos pacientes, los contactos con familias o con otras personas que pudieron estar expuestas ante la infección de la bacteria que provoca la enfermedad.

Y hay más. El representante de la Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales en Monagas, Pablo Morillo Robles, informó a Efecto Cocuyo que en dos centros médicos privados de Maturín hay tres pacientes recluidos. Dos de ellos confirmados con difteria y un tercer caso sospechoso.

Para él, el repunte de una enfermedad erradicada del país hace dos décadas tiene que ver con la crisis humanitaria en Venezuela, que afecta al sector salud con la falta de vacunas, escasez de medicinas como antibióticos y llega a la desnutrición de los niños que también están muriendo prematuros en el Núñez Tovar.

“Esta es una enfermedad que está presente en el hospital, pero las autoridades llevan meses sin querer reconocerlo, ocultando los boletines epidemiológicos. Ahora se han visto forzados a admitirlo porque la realidad con las últimas muertes y la presión que existe, los obliga a aceptarla”.

Fuente: Efecto Cocuyo

Fecha: 04 de septiembre de 2017

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