Enseñar y educar era una de las labores más valoradas en el país, ser profesor de una escuela, un liceo o de la universidad era sinónimo de respeto antes de la llegada del chavismo al gobierno, pero luego se convirtió en la más pisoteada por el mismo patrono, pues la inflación y el incumpliendo de sus beneficios hace que su sueldo en la actualidad no les alcance ni para comer una vez al día.
Los docentes en el país, que viven persecuciones y despidos injustificados, califican su salario como un pago de hambre, miseria y esclavitud porque no pueden sostener a una familia, cuando en años anteriores podían vivir cómodamente y darse lujos.
Si se hace una comparación, un docente de básica de la categoría I, devengaba para el año 1998 Bs. 188.446, al cambio para aquel entonces era de 344 dólares, calculado en Bs. 547.55 precio en que se tasaba el dólar para la fecha, mientras que la mayor categoría en la tabla salarial, docente tipo VI, ganaba Bs. 271.985, que en dólares eran 496.
Pero esas cifras de ensueño quedaron el pasado. La galopante hiperinflación que golpea al país tiene al sector educativo viviendo una calamidad salarial. El último aumento fue en noviembre del 2020, el salario base de un educador I quedó fijado en Bs. 1.997.715, es decir, 1.13 dólares al mes, calculado en Bs. 1.757.777 por dólar, según la cuenta en Twitter @Enparalelovzla. Es decir que, de 344 dólares, pasó a ganar menos de $2.
Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores en Lara dijo que el Gobierno Nacional y el Ministerio de Educación están aplicando una «esclavitud moderna» pues con el pasar de los años han perdido su poder adquisitivo hasta el punto que han dejado de comer porque no les alcanza.
«Nos quieren someter a la esclavitud con un sueldo de hambre y de pobreza» dijo Arroyo, explicando que un docente era el mejor pagado y hoy lo quieren exterminar. El estómago y la calidad de vida de un profesor es lo que más los ha golpeado. Algunos han bajado de peso, pues se limitan a comer solo lo que les alcanza.
Carmen Huérfano, profesora de matemática en el Liceo San Francisco Javier, explicó que con su salario solo compra una harina. «Antes podía darme gustos como queso amarillo o diablito» dijo con tristeza, señalando que hasta la carne y el pollo los ha tenido que sacar de su mesa. Se ayuda con ingresos extras de su hijo que también es docente y trabaja por su cuenta.
Sin lujos
Los profesores universitarios tampoco escapan de los embates que ha dejado el chavismo a su paso. Carros, casas y hasta viajes estaban en sus listas de gastos que podían pagar solo con el bono vacacional o los aguinaldos.
Un docente universitario con categoría de Instructor (el escalafón más bajo de la tabla salarial del sector) devengaba Bs. 292.26 al mes en el año 1998, que para aquel entonces la cifra significaba 533 verdes, hoy día ese mismo educador gana 2.823.556 bolívares, es decir 1,60 dólares de sueldo base.
Pago de primas no alcanza
Por el piso. Las primas por profesionalización son una ayuda para los educadores en todos los niveles, pero ante la violación de la contratación colectiva poco a poco se han violentado.
Los profesores señalan que ser docente y tener varios estudios no solamente es gratificante como profesional, sino que a eso le agregan que tienen un incremento en las tablas salariales que hoy es desconocido.
Con información de La Prensa de Lara