La cotización del dólar “paralelo” o “negro” se desató y con ello arrastró, en agosto, el valor de los productos esenciales y más sensibles que requieren los venezolanos: alimentos, medicinas y servicios.

Y es que los precios en el país siguen bailando al ritmo del “paralelo”, divisa no oficial que se ha convertido en un verdadero “dolor de cabeza” para los ciudadanos que ganan en bolívares y tratan cada día de “evadir” el fenómeno de la hiperinflación.

“Un kilo de papas en más de 30 mil bolívares, casi un sueldo mínimo, cuando la semana pasada estaba en 16.000 bolívares. Esto es insólito. Ni que decir con el precio de los huevos, ya el cartón está en más de 60.000 bolívares por punto (de venta)”, dijo molesta y angustiada Carmen Rondón, de 56 años, al salir de un establecimiento comercial.

Rubros esenciales como la harina de maíz precocida y el arroz también dieron el “salto largo” al cierre de la semana, que coincidió con el fin de agosto. Ambos artículos reportaron un alza de entre 20% y 40% en cuestión de días.

“Salir a comprar comida ya es toda una odisea. Uno no gana un sueldo en dólares, yo percibo son bolívares. No es posible que dos harinas valgan más que un salario mínimo. Todos los días solo escucho lo mismo en los negocios: Esto o aquello subió por culpa del dólar, esto es insólito”, apuntó Rixio Rodríguez, residente de Cumbres de Maracaibo, mientras hacía una cola en un cajero automático.

En las tiendas, los electrodomésticos (televisores, neveras, cocinas y aires acondicionados) se comercializan según la volatilidad del precio del dólar no oficial. En 10 días compradores advierten que los artefactos aumentaron entre 60% y 100%.

Economistas explican y coinciden que el pago a proveedores en bolívares, por parte del Ejecutivo nacional, ocasionó en agosto una alta demanda de la divisa norteamericana en el sistema financiero nacional.

Con información de Descifrado

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