El cierre del mercado Las Pulgas por la COVID-19 afectó uno de los lugares en los que se transaban divisas. A finales de 2019 la cantidad de dólares en efectivo que circulaban en Venezuela era de $2500 a $2700 millones, según cifras de Ecoanalítica. La proyección de la firma para 2020 está en el orden de los $1800-$2000 millones.
La cuarentena por el nuevo coronavirus restringe las actividades en Venezuela desde marzo. Cuatro meses de confinamiento imponen cierre de mercados, centros comerciales, hoteles y limitan casi toda actividad comercial, excepto lo relacionado con alimentos y salud. A finales de junio Zulia se convirtió en el estado con más casos de COVID-19 en el país. El mercado Las Pulgas fue cerrado el 24 de mayo luego de que allí se detectara un foco. El lugar era uno de los puntos para adquirir dólares.
María Valbuena se dedica hace más de cuatro años a la compraventa de dólares por transferencia en bancos internacionales y en efectivo. El mercado Las Pulgas era uno de los sitios donde la gente iba a cambiar divisas a pesar del riesgo de recibir billetes falsos o de ser atracado.
La revendedora cuenta que con la llegada de la pandemia y el cierre del mercado las operaciones bajaron. Entre enero y febrero María cambiaba alrededor de 2000 dólares mensuales en efectivo. En junio dice que a duras penas cambió entre 500 y 700 dólares.
Hasta el 9 de julio Zulia era el estado con más personas contagiadas por COVID-19 con un total de 1791, de acuerdo con el reporte del gobierno de Nicolás Maduro. Le seguía Apure con 1361 y Táchira con 881.
La escasez de dólares en efectivo en el Zulia ha generado una situación similar a la que enfrenta Venezuela con la moneda local. Obtener bolívares en físico puede llegar a ostentar un porcentaje de venta que ha alcanzado hasta 100 %. En la actualidad los dólares en efectivo se venden con hasta 5 % de excedente, por encima del precio calculado en las páginas de cotización del mercado negro.
Desde febrero de este año el número de transacciones que se hacen en los establecimientos con una moneda distinta al bolívar rondan 60 %, según un estudio de Ecoanalítica. En las ciudades con peores fallas de electricidad las operaciones en efectivo suelen ser mayores ante la caída de los puntos electrónicos.
María Valbuena cuenta que la mayoría de los revendedores de monedas extranjeras ya maneja transferencias en bancos internacionales. “Puede que un amigo te haga el favor, también hay gente que cobra comisiones por dejarte usar su cuenta, pero son muy pocos los que buscan efectivo, a menos que le envíen dinero a algún familiar que necesite adquirir algo con la moneda en físico”.
El economista y sociodirector de Econalítica, Asdrúbal Oliveros, dice que en los últimos monitoreos que han levantado los pagos a través de plataformas como Zelle y tarjetas internacionales van en aumento. En febrero la proporción de esas transacciones sobre el total del que se pagaba en moneda dura era de casi 19 %, mientras que en mayo en Caracas ese porcentaje estaba en el orden de 24 %.
En Maracaibo los revendedores también ofrecen sus servicios por Zelle a través de bancos como Bank of América, Chasebank y Banesco Panamá. En junio Wells Fargo suspendió las operaciones con Zelle a algunos de sus clientes venezolanos por aparente uso inadecuado en las transacciones con este mecanismo.
La cuarentena se ha vuelto más estricta en lugares donde hay focos. En Zulia y otros estados fronterizos las autoridades han restringido el tránsito. En algunos como Táchira la venta de combustible quedó suspendida y solo autorizada para sectores prioritarios. A partir de junio los casos diarios superaron los registrados en marzo, abril y mayo.
La crisis sanitaria también afecta las remesas. María Valbuena dice que las pocas transacciones que le llegan del exterior a través de bancos internacionales provienen de Estados Unidos. Las ayudas que venían de América Latina dice que quedaron nulas estos meses. Ecoanalítica prevé una caída de 42 % en el envío de remesas para este año.
Las transferencias de compraventa de divisas en el mercado negro se hacen con un porcentaje de hasta 7 %, de acuerdo con zulianos que todavía reciben remesas de familiares en el extranjero.
Ruth Villalobos tiene una hermana en Florida, Estados Unidos, que semanalmente le enviaba dinero para la alimentación y medicinas. La ayuda pasó de $50 semanales a convertirse en $100 mensuales. “Ella generalmente lo pone en la cuenta de alguien que me los da en bolívares y me cobran hasta $10 por la transferencia. Me gustaría cambiarlos por dólares en efectivo, pero a veces la persona no tiene disponibilidad o simplemente me los cobra más caros”, relata.
Menos bonificaciones laborales
Los trabajadores que recibían bonos los cambiaban por bolívares o dólares, pero la paralización de las actividades frenó esas asignaciones. Quienes se dedican al negocio del menudeo explican que esta es otra de las razones que influye en menos operaciones.
Fedecámaras Zulia señala que motivado a la pandemia las empresas que han cerrado dejaron de darle los bonos en dólares a sus empleados. Estos iban en el orden de los 40 a 50 dólares mensuales. “Hoy las empresas están pagando los sueldos a duras penas”, expresa Ricardo Acosta, presidente del gremio.
A finales de 2019 el número de dólares en efectivo que circulaban en Venezuela era de $2500 a $2700 millones, según cifras de Ecoanalítica. La proyección de la firma al cierre de 2020 está en el orden de los $1800-$2000 millones.
Bolívares x dólares – dólares x bolívares
Desde 2016 la población tiene dificultades para conseguir bolívares en efectivo. A finales de ese año salía de circulación el billete de 100, la situación generó caos ante el ultimátum que dieron las autoridades para depositar las piezas que se tuvieran en esa denominación.
La compra de billetes se convirtió en una práctica cotidiana para los venezolanos. Algo que alivió el uso extendido del dólar a partir de la flexibilización en las leyes que lo penalizaban. La crisis por COVID-19 obligó a las agencias bancarias a cerrar. Conseguir billetes en los cajeros sigue siendo casi un acto de suerte.
Reinaldo Ruiz trabaja como cajero en un banco ubicado en el Zulia. Él también vende dólares. Explica que si el cliente paga la transacción con efectivo el precio es al cambio del día, pero si es por transferencia le cobra 15 puntos por encima del valor que fijen las páginas de cotizaciones no oficiales. El joven cuenta que lo hace “para no perder la ganancia», porque el bolívar en efectivo lo vende más adelante y «recupera».
Ruiz dice que algunos usan los dólares en efectivo para pagar la gasolina. «Ese es dinero que no vuelve a la calle y al estar cerrada la frontera no hay otra alternativa para conseguir más y reactivar el flujo. Es decir, no están entrando dólares a la calle, los que hay son los que hay”, considera.
Las medidas de confinamiento no solo han impactado en el mercado del menudeo, sino en la mayoría de las actividades que hacían los venezolanos. En marzo, cuando se detectaron los primeros casos de COVID-19, hasta 43 % de los hogares en Venezuela reportaban imposibilidad de trabajar o pérdida de ingresos, de acuerdo con la Encuesta Sobre Condiciones de Vida en Venezuela (Encovi-2019-20) de la UCAB.
Oliveros explica que una economía que en los últimos siete años perdió 70 % de su tamaño y en la que el flujo de remesas y las ayudas que vienen desde el exterior han disminuido, aunado a los efectos de la cuarentena y el distanciamiento social, es lógico esperar que la cantidad de dólares que hay en la economía se vea afectada y tenga una tendencia a la baja.
Desde antes de la llegada de la pandemia Maracaibo ya era una ciudad desolada por los constantes cortes eléctricos, que pueden prologarse por horas y hasta días. Hacer alguna transacción o movilizarse dentro de la entidad resulta difícil. El 9 de julio el gobierno de Nicolás Maduro informó que el gobernador del Zulia, Omar Prieto, había dado positivo para la enfermedad. Hasta ahora las medidas de flexbilización de la cuarentena que habían permitido la reactivación de algunos sectores económicos han quedado suspendidas.
Con información de Crónica Uno