“Cuando se habla de que el modelo de crecimiento económico implementado en los últimos años se agotó, se está asumiendo indirectamente que fue efectivo durante algún tiempo. Esta afirmación es engañosa. El modelo de crecimiento no se agotó sino que fue un absoluto fracaso”.
Esta es la afirmación con la que abre el informe de la empresa consultora Econométrica, Pulso mensual VII-2016, 11 de agosto 2016, que presenta un balance de la economía venezolana dividiéndola en los sectores transables (que pueden ser objeto de intercambio comercial internacional) y no transables.
Como sustento principal de que el modelo económico del gobierno pesuvista ha sido un absoluto fracaso, indican que en 19 años “el producto por habitante es menor que el de 1998 y los niveles de pobreza son superiores”. Por ejemplo, el poder de compra de un bolívar en 1997 es equivalente al poder de compra de 444 bolívares para este mes de 2016.
Econométrica resalta en su informe de agosto 2016 que en Venezuela se tiene un buen recuerdo de la economía entre 2005 y 2008, pues en ese período el sector económico no transable (construcción, comercio y servicios de reparación, instituciones financieras, y seguros) creció en un 65 por ciento.
Sin embargo, mientras Nicolás Maduro pretende justificar la contracción económica actual a la caída de los precios del petróleo, el estudio resalta que “el control de cambio, destrucción del sistema de precios y una política petrolera poco conducente a la inversión” condenaron el hundimiento de la economía transable, mucho antes del declive de la cotización del “oro negro”.
De hecho, enfatizan que la fabricación de crudo venezolano jamás se recuperó del paro petrolero de 2002. Habría alcanzado, junto con la manufactura, una “tenue recuperación insuficiente para llevar el producto a los niveles previos (…) El auge de los precios (del petróleo) permitió enmascarar la caída de la producción. El producto de la actividad petrolera es hoy 16 por ciento inferior al de 1997”, señalan.
La manufactura pudo recuperarse debido a que, por el alza petrolera, aumentó el consumo de bienes, lo cual se revirtió, sobre todo para la recesión financiera mundial de 2009-2010.
Los desaciertos en política petrolera incluyen las medidas tomadas en 2007 que incluyen la nacionalización de la industria derivada del petróleo. Nueve años después, se observa que el sector transable y no transable de la economía venezolana se encuentra en “una contracción que abarca varios trimestres y no hay visos de que se vaya a revertir próximamente” y se requiere “desesperadamente de un cambio en la política económica que les permita iniciar su recuperación”.
Disparidad en no transables
El informe concluye que si bien la economía transable venezolana es inferior a la de 1997, el sector no transable sigue superando los niveles de hace 19 años en 65 por ciento.
Econométrica especifica que “el desplome es particularmente preocupante en el sector financiero, donde la contracción real del crédito es profunda”, como señalan en su informe del mes pasado.
“Sin crédito y con graves cuellos de botella en los insumos, la construcción continuará en declive. El comercio, que había crecido a la sombra del auge en las importaciones, poco puede aportar en una ambiente de profunda contracción en las compras externas y deterioro del poder de compra del salario”, apuntan, desestimando mejoras en estos tres sectores para el futuro próximo, a menos que haya un giro en las políticas económicas.
A principios de 2015, subrayan, comenzó la más grave distorsión inflacionaria en torno al aumento de precios. Para julio de 2016 se calcula una inflación anualizada del precio de los bienes, mientras que el precio de los servicios sería de 206 por ciento.
“La inflación ha sido empujada en los últimos meses, no tanto por un aumento en los medios de pago sino por una severa restricción de oferta” a causa de la contracción de las importaciones. “La manera como se acabe resolviendo esta disparidad tendrá implicaciones de primer nivel sobre las tasas de inflación en el mediano plazo. Planifique tomando en cuenta que vendrán aumentos importantes en los servicios, en particular públicos y de telecomunicaciones”, recomienda Econométrica.
El control de cambio y de precios han sido las políticas económicas responsables de la distorsión financiera de un país que no supo aprovechar el auge de los precios del petróleo.
FUENTE: CON INFORMACIÓN CORREO DEL CARONÍ