Hiperinflación y escasez son los resultados del Gobierno de Nicolás Maduro. Desde que asumió, en 2013, la economía venezolana ha ido en picada. La depresión del aparato económico se sitúa entre las diez peores de la historia, según la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN).

En el parlamento calculan una caída del 53% en la actividad y una contracción de 29,8%. Son estas las cifras que el órgano legislador estima ante la desinformación propiciada por el Banco Central de Venezuela.

El ente estadal lleva tres años sin brindar datos de los índices económicos del país. “Una política de ocultamiento”, de acuerdo con el poder legislativo.

Estos balances no son totalmente exactos. Son lo más cercano que puede ofrecer la AN sobre el comportamiento del producto interno bruto (PIB), aclaró Ángel Alvarado, miembro de la Comisión de Finanzas de la institución.

Alvarado manifestó que la depresión económica es consecuencia de la poca producción petrolera, la hiperinflación, la diáspora y la falta de inversión en la industria nacional.

Dijo que la crisis que atraviesa Venezuela solo se parece a lo que han afrontado países que tuvieron guerras civiles, y que “más de la mitad del producto se ha perdido como consecuencia de un modelo fracasado, que controla, que no genera incentivos y que solo provoca el empobrecimiento del venezolano”.

El diputado indicó que es la depresión económica más larga y más fuerte que ha vivido un país del continente americano. Un país cuyo sustento es la venta del crudo y que, según datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), el bombeo del hidrocarburo, promediado hasta octubre, bajó un 39% con relación a todo el 2017. Esto equivale a 1,17 millones de barriles diarios.

Con información de EFE

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