La profunda depresión económica que atraviesa Venezuela se va a prolongar al menos hasta el año 2021, con nuevas caídas en el Producto Interno Bruto (PIB, suma de riqueza), según nuevas proyección del Banco Mundial. Entre 2016 y 2021 el tamaño de la economía venezolana acumulará un retroceso de 66%, según el documento “perspectivas económicas mundiales”, del organismo multilateral. Este desempeño y las previsiones contrastan con las de los principales destinos regionales de la diáspora venezolana. El desplome de la economía venezolana alcanzó 18% en el año 2018 y de lejos es el peor desempeño entre todos los países del mundo, según los datos recabados en este informe.
En el año 2016 el PIB de Venezuela (suma total de riqueza en forma de bienes y servicios que genera un país) cayó 16,5% respecto al año anterior, y en 2017 otro 14,5%.
Solamente en los tres últimos años del gobierno de Nicolás Maduro, el país ha visto fulminarse y desaparecer la mitad del tamaño de su economía.
Estas cifras confirman observaciones de analistas de que Venezuela muestra el peor desempeño en la historia moderna para un país en tiempos de paz y sin grandes desastres naturales.
El informe no presenta análisis particulares sobre el caso de Venezuela, pero si advierte que una mayor emigración desde este país “también podría tener un impacto negativo en el resto de la región”.
“En 2018, el crecimiento en la región de América Latina y el Caribe se estancó en un nivel bajo, del 0,6 %, como consecuencia del debilitamiento del comercio mundial y el endurecimiento de las condiciones de financiamiento externas. Distintos acontecimientos registrados en Brasil, Argentina y Venezuela limitaron el crecimiento regional. El ritmo de crecimiento se moderó en América Central, mientras que en casi todas las economías del Caribe se vio fortalecido por el contexto de medidas de reconstrucción posteriores a la grave temporada de huracanes de 2017″, señala el informe en su capítulo regional.
“Las proyecciones indican que este año se producirá un repunte del crecimiento regional —a un ritmo del 1,7 %— respaldado principalmente por el consumo privado. Se prevé que las inversiones aumentarán, pero la desaceleración del comercio mundial limitará el crecimiento de las exportaciones.
Con información de El Estimulo