No es una inflación en dólares, es la inflación en bolívares la que está encareciendo el acceso a alimentos, medicinas y servicios. En este mes de octubre, Venezuela cumple un año en hiperinflación, un proceso inédito en la historia del país y que esfumó el poder de compra del bolívar.
Los precios suben a diario, por lo cual se necesitan muchos más bolívares al mes para atender necesidades básicas del venezolano. Una parte importante de la población, analistas independientes, han estimado que al menos 50% de los habitantes del país recibe dólares que envía un familiar o amigo que reside en el extranjero. Con eso resuelve necesidades o equilibra cuentas.
“Lo que me manda mi hija Natalia, quien vive en Perú desde hace dos años, me ha ayudado a mantener los gastos de la casa. Me ha tenido que subir paulatinamente la remesa; hace un año, con 30 dólares al mes, recibido a la tasa paralela, estaba conforme. Con esos ingresos más mi sueldo de secretaria en una empresa privada resolvía el mes para mi familia, mi mamá y mi niña de 10 años. Ahora, voy por los 70 ó 75 dólares por mes”, contó Aura Vargas
Vargas explicó que su remesa le llega mensual “como está haciendo todo el mundo; la gente deposita en una cuenta en dólares, pesos o soles en donde vive, a alguien que tiene cuenta o un relacionado acá. Hay un intercambio de dinero sin pasar por las casas de cambio o por el Banco Central. La tasa que paga el gobierno (la Dicom) es bajísima y no conviene. El mes pasado recibí 70 dólares y compré un mercado completo, pero me faltó llevar losartán para la presión alta. Los dólares ahora rinden menos”.
Efecto remesa
Ciertamente, los dólares están rindiendo menos, pero no se puede hablar de inflación en moneda extranjera. “El tipo de cambio paralelo estuvo varias semanas estacionado porque las empresas venezolanas no tienen suficiente flujo de caja para comprar divisas. Se estima que para este año, el Producto Interno Bruto caerá 18 % y esto afectará el funcionamiento de las empresas; no tienen suficiente músculo financiero para sobrevivir y comprar dólares en el paralelo. Además, el mercado ha estado abastecido de divisas por la gran cantidad de remesas que la gente envía a su familia. Esto ha impedido que el dólar no oficial se haya disparado, por eso la inflación no es de dólares”.
Así lo explicó a El Pitazo el economista Oscar Torrealba, quien dijo que el tipo de cambio no oficial no ha subido a la par de la hiperinflación.
Pero esta semana el paralelo escaló posiciones y pasó varias semanas anclado sobre los 10.000 bolívares soberanos y subió a 15.000 o 16.000 bolívares soberanos
– En este mes de octubre hay mucha liquidez en la calle, pues muchas empresas están pagando utilidades y aguinaldos y el venezolano busca divisas en el paralelo. El Dicom no es alternativa, porque hay que cumplir con requisitos muy engorrosos para poder acceder a la plataforma que diseñó el BCV. Además, el mecanismo de asignación es oscuro. No es una subasta, es una adjudicación directa. Por baja que sea la tasa de cambio, el Dicom no es atractivo para el que busca divisas. Es falso que en Venezuela se haya sido liberado el control de cambios.
El también investigador del Cedice expresa que al no existir data oficial de la cifra de inflación, entidades independientes como la Asamblea Nacional hacen sus propios cálculos. “La cifra de la AN es de inflación de 223% en septiembre y la proyección a fin de año es de 1.000.000%. Ellos incluyen en sus categorías de análisis los costos de los bienes suntuarios. El inflaciómetro de Cedice toma en cuenta que 70 % del ingreso del venezolano se gasta en alimentos; por eso nuestra base de análisis es diferente y hace énfasis en ese segmento, por lo que estimamos que la inflación de 2018 estará entre 200.000 % y 400.000%. Igual es alta e igual es preocupante”.
Explicó Torrealba que el dólar paralelo puede seguir subiendo. “Si hay aumento de la liquidez monetaria abruptamente, escalará precios. La gente se refugia en el dólar ante la poca confianza que genera el bolívar, una moneda que cada día tiene menos poder de compra”.
Con información de El Pitazo.