Las precarias condiciones de trabajo a la que están expuestos los docentes y estudiantes universitarios en Venezuela ha sido una de las causas por la cual se ha generado una migración forzada en el país.
La gran mayoría de las universidades en el país carecen de aires acondicionados, dotaciones para dictar clases y existe un deterioro profundo en los laboratorios para realizar prácticas de investigación.
“El 80% de los espacios de trabajos en las universidades, no tienen aires acondicionados a pesar que lo requieren, un 76% de los profesores consultados señalan que no se les dota de materiales para dar sus clases y no pueden sacar ni siquiera copias para los exámenes. Hay un deterioro muy profundo laboratorios. El 76% no cuentan con los equipos necesarios para realizar las prácticas. Sin duda alguna, las condiciones de trabajo afecta el rendimiento académico en los estudiantes”, puntualizó Yelena Salazar, docente en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (Ucla).
Salazar, recalcó que a pesar de todas estas contingencias y dificultades por las cuales atraviesa el sector universitario en Venezuela, los docentes siguen asistiendo a estas casas estudios por vocación.
“La vocación todavía persiste en el docente universitario, a pesar de la situación difícil que atraviesa el país, el docente quiere seguir en las universidades por vocación. Las universidades pudieran seguir sobreviviendo porque las autoridades, los profesores, los estudiantes y obrero la llevan en su hombro”, destacó Salazar.
Con información de El Impulso