Los vecinos calculan que de 100 postes de alumbrado público que hay en la urbanización El Llanito, solo 20 funcionan. Los otros 80 no tienen faros que enciendan o las piezas metálicas ya ni siquiera están en el lugar.

Crónica Uno 

Caracas. Hace dos años un grupo de vecinos de las avenidas Tamanaco y Guaicaipuro de la urbanización El Llanito se unieron para hacer un censo de todos los postes dañados en la zona. Llevaron el registro a Corpoelec, a la Alcaldía y a la Policía del municipio Sucre. Pero a la fecha no han tenido respuesta alguna, por lo que la falta de alumbrado público persiste en la zona.

En aquel momento los vecinos determinaron que de los 100 postes de alumbrado público que hay en la urbanización, ubicada en el municipio Sucre (estado Miranda), solo 20 funcionan. Los otros 80 no tienen faros que enciendan o ya ni siquiera la pieza metálica está en el lugar.

La policía se ofreció a colaborar, pero no hubo voluntad de Corpoelec de arreglar el problema. Las veces que ellos han venido a retirar postes que están a punto de caerse por el deterioro han prometido que lo van a reponer, pero nunca pasa”, comentó Elizabeth Sawoloka, vecina de la comunidad.

Las pocas luminarias que hay en las calles principales e internas de El Llanito son iniciativas propias de los comercios o de los conjuntos residenciales. Pero para los vecinos esto no es suficiente, porque no cumplen las funciones completas del alumbrado público. Mientras tanto, espacios como las paradas de Metrobús y de camioneticas permanecen totalmente a oscuras.

“No ilumina las aceras ni la calle por completo. Esta situación es propicia para fechorías o accidentes de tránsito. Muchas veces ni los carros que pasan tienen las luces encendidas, por eso han atropellado a personas durante la noche”, relató Elizabeth.

A través de donaciones de la empresa privada los vecinos también han logrado instalar algunos bombillos que solo han alcanzado para iluminar las zonas de mayor riesgo de accidentes de tránsito, como la llamada “curva de la muerte”, un tramo de la vía que conecta Macaracuay con El Llanito.

Lo de la iluminación es grave aquí en El Llanito. Las dos avenidas principales no tienen alumbrado. Con los aportes de la empresa privada nos hemos ayudado en las calles internas, pero El Llanito está totalmente a oscuras”, comentó María Elena Guédez, otra vecina de la urbanización.

La Ley Orgánica Del Poder Público Municipal establece que el servicio de alumbrado público es competencia de las municipalidades. Además, este servicio está sobre lo que se considera suelo urbano público, concepto que se define como aquel suelo que forma parte de una ciudad y que cuenta con servicios de infraestructura urbana o servicios urbanísticos. Sin embargo, en las últimas décadas la empresa estatal Corpoelec ha asumido estas funciones.

“En la avenida Río de Janeiro tampoco hay iluminación, que es una vía que termina aquí en El Llanito. Y, aparte, el pavimento está lleno de huecos, así que el hecho de que falte iluminación hace que los conductores no puedan esquivar los huecos a tiempo. Ni los semáforos funcionan, por eso es tan peligroso llegar hasta El Llanito de noche”, comentó Elizabeth.

Los vecinos denuncian que los hurtos y robos se han ido incrementando en la urbanización al mismo tiempo en que se ha ido quedando cada vez menos iluminada. Elizabeth, por ejemplo, tiene 35 años viviendo en la zona y ha visto cómo en los últimos 20 años las autoridades prestan cada vez menos atención al tema del alumbrado público: “Antes uno veía una cuadrilla por ahí, pero ahora nada”.

A través de los grupos WhatsApp cada semana se habla de un nuevo episodio de delincuencia en El Llanito. Este fin de semana, comentó Elizabeth, hurtaron la batería de un carro dentro de una de las residencias. “Por esta zona pasan muchos motorizados o hay delincuentes que se montan por los muros de los edificios aprovechando la oscuridad”, relató Elizabeth.

Con información de Crónica Uno

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