¿Qué tienen en común Corea del Norte, Trukemistan, Libia, Eritrea, Irán Sudán o Bahrain con Venezuela? Según el Democracy Index elaborado anualmente por The Economist todos estos países tienen regímenes autoritarios.

El Democracy Index analiza y clasifica los regímenes políticos de 165 países y dos territorios, excluyendo del análisis a los llamados “micro-estados”. La clasificación se realiza en función del análisis de cinco categorías: 1) procesos electorales y pluralismo; 2) libertades civiles; 3) funcionamiento del gobierno; 4) participación política, y; 5) cultura política.

En función de 60 variables que se distribuyen entre las cuatro características mencionadas The Economist califica a los gobiernos como 1) Democracias Plenas; 2) Democracias Defectuosas; 3) Regímenes Híbridos, y; 4) Regímenes Autoritarios.

Si se analizan los resultados del índice desde 2006 se puede apreciar como se ha deteriorado sistemáticamente la situación política de Venezuela, pasando de ser un regímen híbrido hace 12 años hasta ser considerado a finales de 2019 como regímen autoritario.

Mientras Venezuela ha transitado el camino hacia el autoritarismo otros estados han logrado superar esta clasificación. Este es el caso de Nepal, Sierra Leona o Burkina Faso que hoy en día son catalogados como países con regímenes híbridos.

Más significativa aún el caso de Túnez. Mientras las libertades civiles, el pluralismo y el funcionamiento del gobierno en Venezuela se han deteriorado en la última década, Tunez logró en este mismo periodo pasar de ser un país con un regímen autoritario a ser considerado como un gobierno hibrido, culminado en 2019 con la clasificación de democracia defectuosa.

Perdiendo la democracia

La puntuación que obtiene Venezuela en el Democracy Index ha disminuido sostenidamente desde 2006. Para ese año The Economist ubicaba a Venezuela dentro del grupo de países con regímenes híbridos al obtener una calificación de 5.42 puntos (en una escala de 0 a 10 puntos) Con esta puntuación se ubicaba a Venezuela en el puesto 93 entre 167 países analizados.

Dos años después Venezuela descendió hasta la posición 95. Ese año, aunque mantenía la clasificación de regímen híbrido la puntuación cayó a 5,18 puntos. Esta clasificación se mantuvo hasta 2017. Ese año la puntuación de Venezuela cayó a 3,87 puntos ocupando el puesto 117 de 167 (empatada con Jordania). Desde ese año hasta la fecha se clasifica a Venezuela cómo un “regímen autoritario”. La puntuación de Venezuela en este índice en 2018 fue de 3.16 puntos y en 2019 disminuyó hasta 2.88 puntos.

Según The Economist “el puntaje general de Venezuela (…) se deterioró aún más en 2019 y sigue siendo uno de los tres únicos “regímenes autoritarios” en la región, junto con Cuba y Nicaragua”.

El ideal democrático según este estudio The Economist sigue siendo Noruega. La primera democracia del mundo obtiene una calificación de 9.87 puntos (en una escala de 0 a 10 puntos). En el extremo opuesto de encuentra Corea del Norte que apenas recibe una calificación de 1.08 puntos.

Según el análisis The Economist el balance democrático en América Latina sigue deteriorándose. “El declive regional -se puede leer en el informe- fue impulsado principalmente por la crisis postelectoral en Bolivia, y en menor medida por el

regresión democrática en Guatemala y Haití (…) El creciente uso de prácticas autoritarias en Venezuela, Nicaragua y Bolivia representan gran parte del reciente deterioro democrático regional”.

La democracia es una excepción

Según el análisis The Economist Ia democracia plena es una excepción.  El Informe de 2019 revela que, entre los 167 países considerados: apenas 22 pueden considerarse “democracias plenas”; mientras en 54 estados existen como democracias defectuosas. Por otra parte, se encuentran 37 países con regímes híbridos y 54 con regímenes autoritarios.

Si se agrupan estas clasificaciones se puede concluir que en 76 países existe sistemas democráticos (sean democracias “plenas” o “defectuosas”), mientras que en 91 casos existen regímenes no-democráticos (sean “híbridos” o “autoritarios”). La mayoría de los aliados internacionales del gobierno de Nicolás Maduro se encuentran en este grupo.

Por ora parte, si se toma en cuenta la población que alberga cada país estudiado se puede concluir que apenas 5.7% de la población mundial vive en “democracias plenas”, mientras 42.7% se encuentra en “democracias defectuosas”.

No obstante, 16% vive su día a día en ambientes híbridos y 35,6% en países con gobiernos autoritarios.

Con información de Efecto Cocuyo.

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