Fallas en dos torres de iluminación y en tres sistemas de bombas de aguas negras ponen en duda el primer juego de la semifinal de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) entre Tiburones de La Guaira y Cardenales de Lara, programado para el próximo domingo 15 de diciembre en el Estadio Universitario de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Representantes de los equipos capitalinos, Leones de Caracas y Tiburones de La Guaira, incumplieron con los contratos relacionados al alquiler del estadio y un aporte al fondo de mantenimiento, utilizado para que la infraestructura esté operativa, denunció Alexis Rivas, gerente general de la Fundación-UCV en entrevista con El Estímulo.
Ambos equipos deben, al menos, 13 millones de bolívares, que representan la segunda parte de lo establecido en el contrato y que sería destinado al mantenimiento del coso de Los Chaguaramos.
Rivas aseguró a El Estímulo que, de no cancelar el dinero en las próximas 48 horas para solventar las fallas en el Estadio Universitario, no se podrán jugar los partidos de domingo y lunes entre Tiburones y Cardenales.
“Nosotros queremos que haya juego, podemos abrir las puertas y que entre todo el mundo. Pero, ¿qué hacemos con toda la gente aquí si no prenden dos torres y dos dogouts se inundan de aguas negras?”, explicó Rivas preocupado desde las gradas del estadio.
Dos torres de iluminación del lado lateral izquierdo de la tribuna central presentan fallas importantes, pero de rápida solución. Los fusibles seccionadores trifásicos se abrieron a causa de un roedor y de no solucionarse el problema, varios sectores se quedarían a oscuras durante el juego. Además, la tribuna central y los dogouts de Caracas y La Guaira podrían inundarse de aguas negras debido a una deficiencia en tres sistemas de bombas.
Estos problemas de mantenimiento son los dos principales que dificultan el duelo entre los dos semifinalistas. Sin embargo, el Estadio Universitario alberga más penurias que riquezas.
Las sobras del último juego disputado por Tiburones de La Guaira y Caribes de Anzoátegui siguen esparcidas por el suelo del estadio desde el sábado 7 de enero. Rivas explicó que por contrato corresponde al responsable del último evento cumplir con compromisos de limpieza al finalizar cada jornada. Quien lo usa, lo limpia, pero el estadio sigue sucio después de cinco días.
El incumplimiento del contrato de arrendamiento y mantenimiento no solo afecta al estadio: los vigilantes también sufren las consecuencias por la falta de dinero. Desde hace cuatro meses que la empresa de seguridad no recibe pago por sus servicios, a pesar de que trabajan los 365 del año, haya o no temporada.
“A los Leones del Caracas no se le ha visto desde que los eliminaron el año pasado, afirma Rivas. Nos reunimos con representantes de los Tiburones de La Guaira el viernes 6 de enero y dijeron que el lunes pagaban. No lo han hecho”, dijo el gerente general de la Fundación UCV.
“Yo noto que los equipos no tienen la disposición ni la intención de pagar. Es lamentable porque esta es su casa”, manifestó Rivas. Aseguró entender la crisis económica, pero sus intereses siempre han sido sentarse a conversar con todas las partes involucradas. “No queremos que se genere un conflicto con los equipos, pero ellos tienen que cumplir con sus compromisos en el estadio”.
Fuente: El Estímulo
Fecha: 13 de enero de 2017