Los bolívares en efectivo brillan por su ausencia en las calles de la ciudad. Y es que aunque no es nada nuevo, la pandemia y por consecuencia los cierres de los bancos agudizaron la situación.

Tras siete meses de pandemia, uno de los efectos de la cuarentena, ha sido la falta de dinero en efectivo, dado que los bancos solo trabajan durante la flexibilización. En esta semana, oficinas de la banca pública y privada mantienen sus puertas cerradas, por lo que el acceso al poco efectivo que se pueda obtener, solo está disponible la semana que viene.

Hiperinflación

Para el economista Aldo Contreras, solo el 5% de la masa monetaria que hay en Venezuela corresponde a bolívares. Explicó que unos 429 millones de dólares sería lo que hay en efectivo en moneda local.

Asegura que la ausencia de efectivo en el país se debe al mismo proceso inflacionario por el cual se atraviesa. «Tan solo el total de efectivo en bolívares representan una liquidez de tan solo el 3.17%, por eso es que cada vez es más difícil encontrar bolívares».

Añade el economista que si se distribuyera equitativamente todo el efectivo en bolívares existente, a cada venezolano le correspondería 300 mil bolívares, lo que representa menos de un dólar a la tasa oficial.

Otra situación que complica más la tenencia de bolívares en efectivo, es que los cajeros automáticos en el país, apenas dispensan lo equivalente a 65 centavos de dólar o su equivalen a aproximadamente 350 mil bolívares que da el cajero por persona, aunado a los costos operativos que implica traer el efectivo desde el Banco Central de Venezuela hasta el Táchira.

«Es muy grande el costo que implica traer ese dinero que al final no sirve para comprar nada porque el billete de más alta denominación no sirve ni para comprar cien pesos colombianos?esto hace poco atractiva la circulación del bolívar en una economía donde hay una dolarización de facto en un 95% de las transacciones», dijo.

Otra razón por la cual Contreras explica que no hay suficiente efectivo en circulación, es porque más del 90% de los cajeros automáticos se encuentran deteriorados en todo el país y la reducida capacidad operativa de la banca durante la pandemia.

«Han abierto cuatro o cinco semanas en siete meses y hace que las transacciones en bolívares se hagan más difíciles. El 95% del dinero disponible es electrónico».

En el olvido

Tanto comerciantes como compradores miran al cielo para recordar cuándo fue la última vez que hicieron alguna operación usando bolívares en efectivo.

Para el señor Luis Correa, el efectivo desapareció cuando llegó la pandemia, pues desde ese momento no ha vuelto a ver un billete de la moneda local. Sin embargo, esto no ha sido impedimento para recibir el pago en bolívares, pues tiene dispuestos puntos de venta y cuentas a las que sus clientes pueden transferir o hacer pagos interbancarios.

«Nosotros en el mercado somos los únicos que ofrecemos la alternativa de que la gente si tiene bolívares, pague porque casi todos tenemos punto. Afuera todo es en pesos, pero hay que entender que si no hay efectivo, deben pasar las tarjetas», dijo.

Gabriel Torres añadió que necesita efectivo para movilizarse en el transporte público. «Uno necesita los bolívares para las busetas porque en pesos le quieren cobrar a uno de más. Es grande la falta de efectivo», destacó.   «Tengo mucho tiempo que no veo un billete de bolívar, eso no existe casi. Todo es por punto de venta o con pesos, porque el efectivo ya no se consigue», dijo Franklin Peñaloza.

Por su parte, Daniel Claro asegura que no necesita efectivo de moneda local, ya que todas las transacciones que realiza o bien las hace de manera electrónica, o usando pesos colombianos. «Los pocos bolívares que llegan se dejan de recuerdo porque ya nadie quiere aceptarlos».

Edicson Delgado, quien tiene una lunchería, recibe con mayor frecuencia pagos en efectivo. Asegura que a diario le llegan entre 500 y 600 mil bolívares que usa para hacer mercado, ya que no puede hacer más nada con ese dinero. «Siempre llegan billetes de 20 y 50 mil. Como los supermercados son los únicos que los reciben, pues compramos comida allá, porque más nadie quiere recibirlos», añadió.

La peor parte

Como siempre, los jubilados y pensionados son los que padecen más con los billetes. El señor Luis Basto, sacó de su bolsillo un fajo de billetes de 500 bolívares. Si acaso, en el bulto tendría unos 45 mil bolívares.

«A uno en el banco le dan 150 mil bolívares. Cien mil en billetes grandes y los 50 mil en estos de quinientos. Sirven para pagar el baño o cualquier tontería, pero nadie los quiere recibir», dijo.

Con información de La Prensa Táchira

 

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