La dificultad para conseguir repuestos, cauchos y baterías ha hecho estragos en el parque automotor de Anzoátegui.
Choferes particulares y del transporte público sufren para mantener operativos sus vehículos debido a la escasez y el incremento desmesurado. Las denuncias no cesan.
El sector transporte ha sido uno de los más golpeados. Y es que, según estadísticas que maneja Lorenzo Rodríguez, presidente el Sindicato Único de los Trabajadores del Transporte (Sutta), sólo en los primeros dos meses del año, 1.500 (25% de la flota de 5 mil) autobuses y carritos por puesto han tenido que ser paralizados por averías, neumáticos y acumuladores.
Con esta cantidad, ya suma 40% de toda la flota del servicio detenida, es decir, unos 2 mil vehículos.
Rolando González, quien cubre la ruta Barcelona-Puerto La Cruz, ha sido una de las víctimas de la crisis. Estacionó su unidad hasta nuevo aviso porque cada caucho le cuesta más de 100 mil bolívares. Dice que lo que gana no le alcanza para sustituirlos.
“No se consiguen a precio regulado en ninguna parte. Son más de 400 mil bolos. Estoy pensando en vender el autobús para ponerme a hacer perros calientes y sobrevivir”.
José Mora está en una situación similar. El carro con el que ha sacado adelante a sus cuatro hijos está acumulando polvo en el patio de su casa. Después de tanto buscar consiguió la correa de tiempo y el tensor, pero el costo de los dos repuestos supera los 60 mil bolívares y él no los tiene.
El vehículo de Ramiro Pérez, quien trabaja hacia la zona alta de Puerto La Cruz, se accidenta cada esquina. Ya no lo puede apagar “porque la batería está casi muerta”. La reparó tres veces, pero ya no da más.
“Hace un tiempo mi cuñado se anotó en una lista para comprar una en la Duncan de la avenida Bolívar. Era viernes en la mañana. En la tarde, ya no valía porque el Sebin la había disuelto. Les pidieron que hicieran una de sólo 40 personas. Luego marcaron los carros con un número y tuvieron que pernoctar allí todo el fin de semana, hasta el lunes, para poder comprar el equipo. Se turnaron entre familiares para hacer guardias y protegerse. Mantener un carro ha llegado al extremo de que es imposible”.
Afirma que no hay muchas opciones porque en el mercado informal el dispositivo supera los Bs 30 mil.
Arturo Ramírez debió gastar todo lo que tenía sólo para hacer los frenos. Aún no sale de su asombro por lo que debió invertir.
“Hace seis meses pagué 8 mil bolívares. Coloqué pastillas y rectifiqué tambores. La semana pasada pagué Bs 16 mil solamente por las pastillas”.
Lorenzo Rodríguez, presidente del Sutta, consideró que es necesario surtir las proveedurías (tiendas del Estado), debido a que no cubren la demanda. En total hay cuatro: Barcelona, Anaco, El Tigre y Clarines.
Posición
Para Eusevio Chivico, presidente del Sindicato Bolivariano del Transporte, la situación de escasez es culpa de las grandes corporaciones que han inducido a la falta de repuestos para afectar al gobierno desde el punto de vista político.
Tiene esperanzas de que la situación será combatida con los nuevos ingresos que serán destinados al sector, provenientes del alza de la gasolina. Recuerda que sería 30%.
Cada línea está actualizando sus censos para que sus miembros puedan acceder a los repuestos a precio de costo.
Fuente: EL TIEMPO
Fecha: 25/06/16