Lara no cumple con las normas sanitarias para frenar el coronavirus. De acuerdo a lo explicado por expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la principal arma que tiene la población para evitar ser presa de la pandemia es respetar una serie de recomendaciones que empiezan y terminan con el lavado de manos; sin embargo, esta simple medida es casi imposible de cumplir en la región pues las comunidades reportan graves fallas en la prestación del servicio.
Como si se tratase de poblaciones olvidadas por el resto del mundo hay comunidades en el estado que tienen hasta un mes sin contar con la distribución de agua potable. Según denuncias realizadas al diario LA PRENSA hay zonas en el estado que no reciben ni por tubería ni por cisterna una gota de agua. De acuerdo a estos reportes hay localidades como Ciudad Bendita, urbanismo ubicado al oeste de Barquisimeto, en donde las personas deben meterse en quebradas para sacar un poco de agua.
El líquido que logran recolectar en la zona es priorizado para la comida. «Hasta las necesidades fisiológicas se hacen en el patio para tratar de estirar el agua que conseguimos», es una de las confesiones que hacen en la zona.
Las personas aseguran estar conscientes de la necesidad de lavarse las manos para disminuir las posibilidades de contagiarse de coronavirus; sin embargo, priorizan el cocinar por encima de cualquier cosa. «La verdad es que no me lavo las manos tanto como me gustaría», decía la señora Dulce Vargas, ama de casa residenciada en la comunidad Ciudad Bendita, al ser consultada.
La mujer dice que trata de no tocar nada para no enfermarse, pero eso no parece suficiente para evitar contagiarse. «Yo sé que hay que lavarse las manos, pero sin agua es muy difícil. Lo peor es que ni Dios nos ha mandado un poquito de lluvia para llenar la pipa», dice.
En un informe publicado por el investigador Amenhotep Planas y el licenciado en Biología Alejandro Luy se considera que más de 80% de la población venezolana no recibe el suministro de agua potable de forma constante. En la información queda claro que en muchos hogares el servicio es tan intermitente que llega cada tres o cinco días, lo que hace que para las personas sea prácticamente imposible poder respetar las medidas sanitarias.
Con información de La Prensa de Lara