Con la llegada de Hugo Chávez al poder las políticas diplomática dieron un giro que ocasionó un daño a la disputa territorial que, al día de hoy, podría resultar irreparable. 

El primer cambio de Chávez fue asegurar que “no se opondría” a la decisión del gobierno guyanés de desarrollar proyectos en la zona en reclamación. 

Después, durante la Cumbre de Río, el entonces presidente menospreció el clamo de Venezuela sobre el Esequibo, calificando al mismo como una estrategia de Estados Unidos para crear conflicto entre las naciones y tratar de derrocar al gobierno socialista guyanés de Forbes Burnham.

Cabe destacar que este argumento fue respaldado en los años 80 por exlíder cubano Fidel Castro, cuyos embajadores reiteraron su apoyo a Guyana en repetidas ocasiones, además de acusar a Venezuela de reclamar algo que no le pertenecía. Tras la llegada de Chavez, el dictador de Cuba no volvió a tocar el tema. 

Chávez también asumió una posición de acercamiento con el gobierno guyanés en base a su compartido ideal socialista. Esto daría pie a que el embajador de Guyana en Venezuela pidiera que, en nombre de esa nueva relación, el gobierno venezolano se olvidara de la reclamación. 

El escenario no mejoró para Venezuela luego de la muerte de Chavez. Con Nicolás Maduro como presidente, Guyana logró que el caso fuera llevado a la Corte Internacional de Justicia, situación que no pudieron impedir ninguno de los cancilleres ni embajadores frente a la ONU asignados por el chavismo. 

En la actualidad, Guyana presenta un cuerpo diplomático que se ha estado preparando durante años para asistir a la CIJ; ha invertido tiempo y dinero en conseguir los mejores argumentos y asesores. Venezuela, por su parte, cuenta con una Comisión Presidencial para Asuntos Limítrofes que ha hecho poco ruido desde su creación en 2016. 

El viernes 6 de septiembre de este año, Maduro ordenó al Ministerio Público investigar a Guaidó por  presuntamente negociar la entrega del Esequibo, otro intento del chavismo por suprimir la figura del líder opositor.

“Si alguien tiene un reclamo legítimo sobre el Esequibo hemos sido nosotros, no menos de diez reclamos, acuerdos en el Parlamento, acciones políticas internacionales para defender lo que es nuestro, y lo ratifico hoy: El Esequibo es nuestro, es de Venezuela”, ratificó Juan Guaidó. 

Las pruebas históricas respaldan las declaraciones de Guaidó y dejan en evidencia a los verdaderos responsables de la situación crítica que enfrenta hoy en día Venezuela para reclamar el territorio. 

Con información de El Estimulo

Ir a la barra de herramientas