Lara lidera la lista de los estados de Venezuela con mayor cantidad de muertes maternas y de países como Haití, Bolivia y Guyana al sumar 140 víctimas de mortalidad materna en 2021. La falta de asistencia primaria sin cumplir con el control prenatal, condenó a la fatalidad a 47% de parturientas en el estado Lara, en edades entre 25 a 34 años, según el Laboratorio de Desarrollo Humano (Ladeshu).
Guiomar López | La Prensa de Lara
Las carencias en el sector salud al deterioro en quirófanos, falta de insumos, irregularidad del servicio de agua y hasta déficit de personal con las renuncias y migración. También se ignoran las ocho consultas mínimas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), al reflejar 74% que no tenían ese mínimo de atenciones y sólo 26% cumplían con el debido requerimiento de vitaminas, calcio, hierro y ácido fólico.
Ladeshu señala que la hipertensión arterial es la causa del fallecimiento en 51% de estas madres, condición que pudo ser prevenible con la debida atención médica.
Lamentan que no se tienen cifras oficiales por cada 100 mil nacidos, que se trata de un período productivo ideal y son multíparas debido a la deficiencia en la planificación familiar.
Yelena Salazar, sociólogo, revela la fragmentación y debilitamiento por ausencia de programas sociales. «Nuestra mortalidad materna es una de las más altas de Latinoamérica», resalta, aseverando que solamente un estado de Venezuela está precedido por países como Bolivia, con alrededor de 200 muertes maternas y Haití con más de 600 por cada 100 mil nacidos.
Recuerda que esa dramática realidad se viene arrastrando desde hace varios años y que falta poco para alcanzar la cifra más alta, comparada con el año 1952 con 170 víctimas. El descenso fue en 1987 con 16.8, pero desde 2018 sigue alzándose con 102.6, para 2019 con 106.2, luego saltó en 2020 a 121.3 hasta alcanzar las 140 del año pasado.
La data que manejan de 2021 arrancó en enero con 3 casos y para agosto ya subía a 6 muertes, hasta cerrar en diciembre con 9 decesos.
Son cifras alarmantes que define la ginecobstetra, Mileny Fernández, con esa responsabilidad del Estado que debe desarrollar programas de salud, partiendo desde la nutrición a embarazadas, vitaminas y hasta de educación sexual o planificación reproductiva, considerando el derecho de las jóvenes a una vida sexual activa.
«Lo más triste es que la llegada de un niño en lugar de alegrar a la familia, termina acompañado de un desenlace fatal», precisa al conocer de embarazadas que ni siquiera les da tiempo de llegar al centro asistencial y terminan pariendo en el camino.
Impotencia que se guarda con cada cifra, en las que las parturientas tienen más riesgos de morir.
Jesús Mantilla, representante de Ladeshu, precisa que entre las principales causas figuran el debilitamiento del sistema de salud público, problemas al atender los partos, especialmente en zonas rurales, tales como las parroquias Aguedo Felipe Alvarado y Juárez de Iribarren, y los municipios Jiménez, Morán y Torres, principalmente por las dificultades de traslados tanto por ambulancias accidentadas o escasez de combustible.
Estado sin mayor intención
Como una caída del futuro de Venezuela y desinterés total del Estado, así califica Luzmila Leal, miembro de la organización Médicos Unidos, al denunciar que las autoridades conocen esta realidad y solamente se puede atacar con la continuidad de planes de atención.
«Los indicadores no existen y no existirán», rezonga de esa data oficial que puede servir de evaluación. Llamó a enviar estos informes a instancias que puedan servir de apoyo para lograr detener este problema de salud pública, porque no se pueden olvidar las muertes de estas madres.
Recalca que la responsabilidad también es inculcada desde la orientación a las jóvenes, que cada vez se inician más temprano en la sexualidad. «Es una cadena que termina responsabilizando al personal médico por las complicaciones en una parturienta que no estuvo bajo control», dijo.
Con información de La Prensa de Lara