Madres, padres y representantes del servicio de Hematología del JM de los Ríos protestaron nuevamente esta semana. Con pancartas en sus manos, exigieron la reparación de la infraestructura, el suministro de agua de manera continua, la optimización del quirófano, la contratación de personal y la dotación de insumos, reactivos y tratamientos.
“Saber que mi hija está en peligro y llegar y ver las condiciones del hospital no es fácil. Entramos al servicio y no hay agua. Cuando mi hija tiene un procedimiento, vomita todo el día y no hay agua para enjuagar el pato (orinal). Tenemos que cargar tobos de agua por las escaleras”, expresó Mary Lobo, madre de una niña de ocho años con linfoma no hodking.
El mismo día en que el gobernante Nicolás Maduro presentaba su memoria y cuenta ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), los familiares de los niños de Hematología entregaron en el Ministerio de Salud una carta para pedir auxilio por la situación del servicio, pero aún no han obtenido respuestas concretas.
“El techo está a punto de caerse en el servicio por las filtraciones que hay. No hay insumos. Los médicos son profesionales de calidad, pero trabajan con las uñas. Hasta ellos mismos se están yendo del hospital”, destacó Manuel Barrios, padre de una adolescente con talasemia mayor.
El quirófano del servicio permanece cerrado por falta de condiciones. Luego de que se anunciara la suspensión de las consultas, las autoridades del hospital iluminaron el área y rasparon y pintaron una pared sin impermeabilizarla, en contra de las normas de bioseguridad que requiere el espacio.
Ya no practican procedimientos como punciones lumbares, biopsias u otras intervenciones necesarias para diagnosticar pacientes. Ahora dependen de los quirófanos centrales de la torre de hospitalización, que están inoperativos por la ausencia de agua y la falla del ascensor que trasladaba a los pacientes hasta allá.
“Cada martes se hacen punciones lumbares a aproximadamente 25 niños, pero desde el mes de diciembre no se les están haciendo. Esos niños no han recibido tratamiento”, indicó la madre de un adolescente con leucemia linfoblástica aguda de alto riesgo, quien prefirió resguardar su identidad.
El servicio de Hematología atiende en promedio a 500 pacientes al mes, pero solo hay cinco médicos adjuntos. Este 21 de enero, los especialistas enviaron una comunicación a la directiva del hospital en la que reportaban que acumulaban 43 punciones lumbares atrasadas: 18 de la semana anterior y 25 de esta semana.
La falta de reactivos e insumos impide que se realicen análisis de laboratorio como hematologías completas, frotis de sangre, exámenes de coagulación y pruebas para detectar hemoglobinopatías. Los medicamentos también son escasos y solo se están aplicando los protocolos de quimioterapias que comenzaron en diciembre de 2019.
Los padres además denunciaron que desde hace un año no cuentan con el medicamento Exjade (deferasirox), necesario para disminuir la sobrecarga de hierro en los niños que se transfunden con frecuencia.
Hematología es uno de los 14 servicios amparados por medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh). Sin embargo, la lista de pacientes que deben recibir trasplantes sigue creciendo. Según Katherine Martínez, directora de la organización no gubernamental Prepara Familia, actualmente en el hospital hay 39 niños que requieren trasplantes de médula.
Con información de Efecto Cocuyo