De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Prisiones, 37.100 presos de un total de 53.000 no reciben una alimentación adecuada.  “Solo los pranes y los que trabajan para ellos se alimentan como reyes, el resto de la población vive de las sobras o debe esperar esos operativos de los cabecillas porque la comida que ofrece el Ministerio de Servicio Penitenciario es bazofia”, destacó Humberto Prado, director del Observatorio.

Desde abril hasta la fecha la ONG ha registrado cuatro muertes por desnutrición en centros penitenciarios y comisarías. Entre los casos destaca el de Ada Jiménez, que murió de un infarto cuando hacía los ejercicios que les ordenan en los centros donde funciona el Nuevo Régimen Penitenciario, después de pasar varios días sin comer en el anexo femenino de Fénix, en Barquisimeto.

La población masculina recluida en ese centro también pasa penurias. Pedro Gutiérrez, que desde hace 4 meses está allí por el delito de robo, ha bajado de una forma vertiginosa de 63 a 53 kilos en los últimos 2 meses.

Esto ocurre aunque los penales con Nuevo Régimen son a los que el ministerio destina más recursos.

Presupuesto deficitario

Prado destacó que el presupuesto asignado por el Ministerio de Servicio Penitenciario por concepto de bebidas y alimentación sufrió una reducción de 40% este año en comparación con 2015, tomando en consideración que la inflación en materia alimentaria está por el orden de 315%, lo que significa que un preso solo recibe por día 20 bolívares en comida.

“Con esa cantidad qué le puedes ofrecer, solo migajas; eso es lo que comen”, indicó el director del Observatorio.

FUENTE: EL NACIONAL

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