En el hospital Vargas hay salas vacías, camas sin colchón, paredes con filtraciones, baños insalubres, problemas con aguas negras, una morgue con olor putrefacto que no tiene la capacidad de preservar la cantidad de cadáveres que son ingresados y graves fallas en los ascensores.

El doctor Alfredo Villarroel, adjunto y docente del hospital, explicó que la contaminación de los espacios comunes y la falta de insumos son agravantes de la situación.

“Al hospital llegan insumos, pero no son los que necesitamos. Atendemos casos complicados y las medicinas comunes no sirven como tratamiento”, dijo.

Por la situación de los ascensores, en el hospital se ideó una rampa como alternativa para trasladar a los pacientes de emergencias.

Villarroel enfatizó que movilizar a los pacientes por esta rampa implica exponerlos a contraer infecciones por la contaminación. “Algunos son heridos de armas de fuego y para acceder a la rampa hay que atravesar una zona de construcción que muchas veces es usada de basurero”, dijo.

También explicó que hay una fuga de suministros dentro del hospital y todavía no se ha encontrado al responsable. “Nos acusan a nosotros (los médicos) de robar los insumos y en ocasiones nos revisan los bolsos y maletines antes de salir”.

En el hospital Vargas los pacientes suelen pasar meses internados antes de ser atendidos. La falta de insumos y de personal son las razones por las que se prolonga la espera de los que se encuentran hospitalizados.

“Llevo aquí casi tres meses y sigo esperando. Cuando no me dicen que falta algo entonces me dicen que el doctor no quiere operar”, explicó un paciente que pidió mantener su identidad oculta. “Solo pedimos que nos atiendan como seres humanos que somos”, añadió.

Los hospitalizados son propensos a contraer otro tipo de enfermedades por el estado insalubre de las salas y los baños. Varios pacientes denunciaron que en ocasiones el recinto está inundado con aguas negras.

Otra prueba de la decadencia del hospital es la alimentación de los pacientes. “Aquí no me dan comida. Si no es porque mi mamá trae algo de la casa yo no como”, denunció el paciente.

El suministro se suspendió para más de 75% de los internos, debido a una deuda que contrajo el hospital con la empresa distribuidora de alimentos.

Únicamente aquellos que presentan desnutrición son los que reciben una porción de comida que, a juicio de los médicos, no cuenta con los nutrientes necesarios para ayudarlos en su recuperación.

Corrupción

“Nos dimos cuenta que dan prioridad a los familiares o amigos de los altos cargos del hospital. Una señora duró solo tres días aquí y la operaron con los insumos de otra paciente que lleva más de mes y medio esperando cirugía”, denunció el paciente.

El doctor Villarroel explicó que el hospital se maneja con un sistema de directrices. Se rigen por una jerarquía totalmente vertical en la cual, si uno de los directores da la orden de atender con prioridad a un paciente proveniente de algún ministerio o institución, los médicos deben obedecer y respetar el ingreso.

“El deber ser es que todos los pacientes sean tratados igual, eso es lo que debería buscar esta institución”, puntualizó Villarroel.

Explicó también que, en el caso de los pacientes quirúrgicos, es necesario que cuenten todos los materiales para la operación. “Si el que es enviado por una institución cuenta con todos los requisitos está bien que sea atendido primero”.

Con información de El Nacional.

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