“Estoy manejando un taxi porque no encuentro trabajo en mi carrera, que hice con mucho sacrificio”, relató Eduardo Martínez, de 25 años de edad. Se graduó hace dos años de ingeniero en la Universidad Central de Venezuela, casa de estudios en la que tuvo que pasar por los paros de profesores y empleados reclamando mejoras laborales. “Inicié los estudios con muchas expectativas de progreso personal. No quiero perder la esperanza, pero se me cierran las puertas y la situación se hace más difícil cuando vives con tu pareja, que tampoco consigue trabajo, en casa de los suegros”, dijo.
Haber egresado de una universidad o de un instituto técnico universitario no es garantía de estabilidad laboral para los jóvenes en estos tiempos. Como es el caso también de Antonio José Bermúdez, de 23 años de edad. Se graduó en el Instituto de Nuevas Profesiones, pero piensa irse a Ecuador donde dos de sus amigos emigraron y consiguieron empleo. “Soy técnico superior en computación y ando buscando desde hace tres años un empleo en el que paguen un buen salario, porque donde he ido me ofrecen un poco más del sueldo mínimo”, dijo.
Estos jóvenes son ejemplos de lo restringido que está el mercado laboral venezolano para quienes ingresan por primera vez. Las últimas cifras sobre la fuerza de trabajo del Instituto Nacional de Estadística corresponden a diciembre de 2015 y reflejan una tasa de desocupación de 14,7% en los jóvenes de 15 a 24 años de edad.
Tomando como base los datos del INE y con estudios en centros de mayor concentración laboral del país, los asesores de las organizaciones sindicales colocan en 26,5% el índice de desempleo en la población joven en edades comprendidas entre 15 y 30 años.
Dick Guanique, del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato, señaló que el ingreso de los jóvenes al mercado laboral ha caído dramáticamente. Hasta 2015 los nuevos ingresos eran 150.000 y 200.000, pero en los primeros meses de 2016 el número es de 70.000 a 100.000.
Maryory Silva, de 24 años de edad, egresó del Instituto Universitario de Hacienda Pública hace 4 años. Recientemente entró en una empresa aseguradora con un contrato de 6 meses de duración, con un sueldo de 26.000 bolívares mensuales más ticket alimentación, pero bajo la condición de quedarse fija si se desempeña bien. “Para mantenerme estuve en el comercio informal y luego trabajé como recepcionista en un consultorio odontológico”.
“Otro problema es que una parte importante de la oferta son empleos precarios para la mano de obra calificada y profesional, con contratos a corto plazo y salarios y condiciones laborales mínimas o inferiores a las establecidas en la Ley del Trabajo”, advirtió Guanique.
Froilán Barrios, también dirigente de Fadess, indicó que el cierre y la reducción de la actividad en miles de empresas han cerrado las oportunidades de nuevos empleos. “Esto explica por qué los jóvenes profesionales y técnicos esperan varios años para conseguir un trabajo que medianamente se acerque a sus expectativas”, manifestó.
Barrios agregó que los bajos sueldos y la calidad de los empleos, signados por la contratación por máximo seis meses y la tercerización, ocasionan una gran rotación de personal de los trabajadores jóvenes sobre todo en las empresas pequeñas y el sector comercio. “Hay una cifra oculta que el INE no refleja y es cuántos jóvenes se van al sector informal de la economía porque no hallan trabajo en el formal”, destacó.
Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo emitido en mayo indica que en América Latina hay 9 millones de jóvenes desempleados, 14,2% de la población apta para trabajar. Agrega que Argentina y Venezuela tienen las peores tasas (20% cada uno) de desempleo juvenil, seguidos por Uruguay, Chile y Colombia con 18,5%, 16,1% y 15,5 %, respectivamente.
Las estadísticas de la OIT se nutren con la información laboral suministrada por los gobiernos de los países miembros.
Cae el sector construcción
La construcción tiene una gran capacidad de generar empleo rápido para la mano de obra joven no calificada o con poca experiencia en el oficio, pero en Venezuela esa puerta está cerrada con una tasa de desempleo entre 70% y 74%, afirmó el dirigente Octavio Campos.
El directivo del sindicato de Caracas indicó que la construcción privada está prácticamente paralizada y ha disminuido mucho la actividad en las obras públicas que acomete el gobierno como las estaciones de metro, el ferrocarril, la vialidad e, incluso, la central hidroeléctrica de Tocoma en Bolívar.
Agregó que con una economía en crecimiento, la construcción en Venezuela puede dar trabajo a 1,3 millones de personas; sin embargo, el sector ahora emplea solo 400.000 trabajadores, de los cuales 120.000 están en la Misión Vivienda.
El albañil por cuenta propia se le ha limitado mucho el mercado por la escasez de cemento, cabillas y otros materiales, y la disminución de los contratos de clientes afectados por la reducción del poder adquisitivo.
Cifras
12% es el desempleo actual del país según los sindicatos. Para el INE fue 6% a finales de 2015
4.006.303 personas integraban la fuerza de trabajo en diciembre pasado, según el INE
Fuente: EL NACIONAL
Fecha: 09/05/16