El subsecretario general adjunto de la Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (Ocha, por sus siglas en inglés) y coordinador de Socorro y Emergencia, Mark Lowcock, alertó sobre la precaria condición del sistema de salud venezolano, tras su visita en el país.

“He observado que el sistema de salud está al borde del colapso y que muchos hospitales carecen de la infraestructura básica de agua y electricidad. Los pacientes hospitalizados, muchos de los cuales ya están gravemente enfermos, corren un alto riesgo de perder la vida a causa de las nuevas infecciones que están adquiriendo mientras están en el hospital, ya que no es posible realizar una limpieza y desinfección básica”.

A través de un pronunciamiento, publicado este miércoles, 6 de noviembre, Lowcock aseguró que la emergencia humanitaria compleja en Venezuela registrada por la ONU, lejos de aliviarse se ha deteriorado aún más.

“Durante mi primera visita a Venezuela, he visto cómo las mujeres, los hombres, los niños y las niñas comunes se enfrentan cada día a retos abrumadores para sobrevivir. Millones de personas no pueden acceder al mínimo de alimentos, agua y atención médica”.

En materia de salud, Lowcock agregó que “todo esto se ve agravado por la falta de medicamentos y la escasez de médicos y enfermeras para administrarlos. Las enfermedades prevenibles, como el paludismo y la difteria, han vuelto con mucha fuerza. Las personas con enfermedades crónicas, mujeres embarazadas y lactantes, niños y niñas y personas en situación de discapacidad se encuentran entre los más vulnerables”.

El alto funcionario de las Naciones Unidas visitó Venezuela entre el 4 noviembre y el 6 de ese mes, para reunirse con la administración chavista y el presidente encargado, Juan Guaidó, además de organizaciones no gubernamentales defensoras de derechos humanos, en medio de la emergencia que atraviesa el país.

Lowcock en el documento también resaltó que la contracción económica que ha generado un ciclo hiperinflacionario “ha provocado una situación difícil para la gente común en todo el país”, que afecta directamente en las condiciones de vida de los venezolanos.

Como parte de su itinerario en el país, el funcionario visitó el Hospital José Gregorio Hernández (conocido como Magallanes de Catia), donde constató que los “medicamentos son escasos, que los apagones han causado que sólo una quinta parte del hospital tenga electricidad, que el agua llega sólo dos días a la semana, y que cuando lo hace, algunas de las tuberías oxidadas y rotas desprenden un hedor desagradable que persiste en todo el hospital”.

Lowcock indicó que en diciembre publicarán los “planes provisionales para la respuesta humanitaria apoyada por las Naciones Unidas en Venezuela en 2020. Se necesitarán muchos más recursos y buscaremos financiación adicional de los donantes”. Sin embargo, desestimó que el apoyo de la ONU en esta emergencia es sea suficiente.

“Es poco probable que los recursos internacionales sean suficientes para estabilizar la situación humanitaria. Tendremos que encontrar una manera de liberar los recursos venezolanos para contribuir más a la acción humanitaria. Reconociendo las diferencias políticas, esto requerirá que las partes interesadas den una mayor prioridad a la reducción del sufrimiento inmediato de la población de este país”.

Solución política

El alto funcionario resaltó que, en su encuentro con representantes del chavismo y oposición, ambas partes mostraron disposición a abordar la emergencia humanitaria compleja. En este sentido insistió que solo un acuerdo político sería solución.

“Sólo una solución política puede detener el sufrimiento en Venezuela. Mientras tanto, las Naciones Unidas y nuestros socios humanitarios seguirán prestando ayuda humanitaria a los más vulnerables de acuerdo con nuestros principios de imparcialidad, independencia y neutralidad”, dijo.

Por ello, indicó que fue elaborado el Plan de Respuesta Humanitaria por esta organización para atender los casos humanitarios más graves. “Este Plan ha sido plenamente apoyado por el gobierno de Venezuela y la Asamblea Nacional. He recibido compromisos firmes de que apoyarán la implementación del plan, en beneficio de los venezolanos más vulnerables de todo el país”.

Resaltó que “todas las partes deben respetar nuestro enfoque humanitario de principios y no manipular la asistencia basada en las necesidades. El sufrimiento humano no es un arma política. Seguiremos monitoreando la prestación de asistencia para asegurarnos de que ésta se presta de manera transparente y en conformidad con evaluaciones independientes”.

En ese sentido, Lowcock que pidió apoyo a las autoridades del país para “mejorar el acceso de las organizaciones humanitarias, incluidas las organizaciones no gubernamentales, para facilitar aún más la incorporación del personal especializado, para reducir las restricciones burocráticas para el registro y el traslado de suministros de ayuda por todo el país”.

Con información de Efecto Cocuyo

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