Es un guión ampliamente conocido el que vivimos en el país, con la crisis como actriz principal. Ese protagonismo indeseado le ha complicado particularmente la existencia a los artistas de teatro que contra y viento y marea celebraron su día, el Día Mundial del Teatro.

Con sorna y tras bambalinas , la comunidad comenta que con los gobernantes se han convertido en especialistas en la comedia, mientras que a ellos les ha quedado el drama.

Y no deja de ser cierta la línea del diálogo, porque el artista de teatro es hoy un trabajador que vive intensamente aquel dilema de Shakespeare: ser o no ser, que trasladado a la función de la cartelera significa que este jueves se abre el telón, pero mañana no se sabe, porque a lo mejor no hay luz, el transporte no trajo a tiempo a la gente de la tramoya o al actor principal se le presentó un dolor de estómago y no consiguió el medicamento apropiado.

Héctor Manrique, en su rol de director, actor ha repuesto en las tablas piezas como «El día que me quieras» de José Ignacio Cabrujas o más recientemente Los hombros de América, de Fausto Verdial, pasando por la caracterización del rector Edmundo Chirinos en «Sangre en el Diván», que lleva ya cuatro años en las tablas.

Al refleccionar sobre la resistencia del teatro a la adversidad, Manrique coloca en la vanguardia a grupos e instituciones que mantienen viva la ilusión formando y promoviendo elencos como por ejemplo el Grupo Actoral 80 y Skena.

El dramaturgo no deja de mostrar su preocupación por el constante cierre de espacios dedicados al teatro y la utilización de otros recintos a la actividad política.

Con la disminución de las telenovelas, la migración de artistas a las salas de teatro fue casi automática, solo que la continuidad de la crisis, muchos de ellos tomaron la decisión de probar suerte en los mercados extranjeros.

Otros, limitados por el financiamiento de las obras tomaron el camino de los monólogos y más recientemente, los llamados «stand up comedy», de mucha demanda entre el público joven.

Sin embargo, el foco que ilumina hoy en su día a actores, actrices, guionistas, directores, sonidistas, luminitos y demás personas que hacen posible la magia, promete una celebración y un gran reconocimiento.

Con información de 2001

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