Tras la disminución de los casos de coronavirus, algunos países del mundo comenzaron a relajar las medidas de contención. Se reactivaron las actividades económicas y sociales y, cuando menos lo esperaban, el número de contagios recobró fuerzas. Había llegado la segunda ola de la pandemia.
Este fenómeno ha afectado particularmente a Europa, coincidiendo con el verano, donde aumentó la movilidad. Sin embargo, en los últimos meses, existe la preocupación de que surja un nuevo repunte de casos también en América Latina, región donde igualmente se han flexibilizado progresivamente las restricciones.
En Venezuela, la administración de Nicolás Maduro decretó cuarentena estricta en marzo cuando se detectaron los primeros casos. Tres meses después, anunciaron la implementación del llamado modelo 7+7 de flexibilización de la cuarentena.
El 22 de noviembre el Gobernante informó que, tras la disminución de los contagios de coronavirus, habría flexibilización ampliada durante todo el mes de diciembre. “Es un regalo que le doy a Venezuela”, dijo en esa ocasión tras señalar que el COVID-19 en el territorio estaba bajo control.
“Nos preocupa… Creo que fue una decisión probablemente más económica que una decisión de salud pública”, dijo a Efecto Cocuyo la presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología, María Graciela López en una entrevista telefónica.
“Pensamos que son decisiones que deberían tomarse haciendo un poco más de equilibrio. Entendemos la parte social, y más que eso económica del país, sobre todo en diciembre, pero estamos en una pandemia en la cual el costo en vidas humanas lamentablemente ha sido alto”, expresó.
Lamentó que, además, ya en las últimas semanas, aún cuando había cuarentena, la ciudadanía estaba igualmente en la calle: “había muchos establecimientos abiertos, y más allá de eso, mucha gente haciendo uso inadecuado de la mascarilla“.
Virus aún presente
López indicó que no hay duda de que los casos de coronavirus disminuyeron en Venezuela de manera contundente, en comparación a los contagios durante los meses de julio, agosto y principios de septiembre.
Hizo la afirmación no solo tomando en cuenta las cifras oficiales, sino de acuerdo a otros dos indicadores que ella y sus colegas han observado: “para el mes de octubre y finales de septiembre disminuyeron los pacientes hospitalizados y los pacientes consultando con síntomas respiratorios”, tanto en centros de salud públicos como privados.
“Lo que nos enseñó esta primera ola es que los casos empezaron a presentarse de manera muy lenta inicialmente y vertiginosamente subieron de un mes a otro. Probablemente esto sea lo que ocurra en el próximo aumento del número de casos, que nadie lo está deseando pero dadas las características y las condiciones y las circunstancias en las que estamos viviendo puede ser que se presente”, indicó.
La infectólogo pediatra planteó que, a su juicio, hubo dos factores que incidieron en el decrecimiento de casos de coronavirus en el país:
El uso obligatorio de la mascarilla al inicio de la pandemia en el país
Las limitaciones de movilidad por la escasez de gasolina
No obstante, hizo énfasis en que “El virus sigue entre nosotros. No desaparecieron los casos, bajaron en relación al mes de agosto, pero siguieron presentes en Venezuela”.
Desde noviembre, la Comisión Presidencial contra el COVID-19 ha reportado en promedio entre 300 y 400 casos diarios. La especialista indicó que cualquier aumento por encima de esa media sería una señal de alerta.
Condiciones distintas, mayor riesgo
La presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología indicó que la organización teme que una segunda ola de coronavirus en Venezuela pueda ser de mayor impacto que la primera.
“En la primera ola en Venezuela la cuarentena era mucho más cumplida y asumida por la población que ahora y el porcentaje de casos comunitarios era mucho menor que ahora, ahora tenemos un porcentaje de estos casos superior al 80-90 % y tenemos a las personas en la calle”, destacó.
Insistió en que en las últimas semanas de noviembre se relajaron las medidas, incluyendo las medidas de protección individuales contra el virus: “y esto definitivamente va a impactar, por lo que hemos aprendido en este año, en la ocurrencia de casos de coronavirus en Venezuela”.
“De verdad que ojalá podamos llegar a enero sin aumento del número de casos, pero, es previsible que diciembre con toda esta alta movilidad que comenzó en noviembre ya empecemos a ver un aumento de número de casos, sino la punta de esta segunda ola”, dijo.
López comentó que en comunicaciones con colegas del Zulia, están reportando un aumento del número de casos y hospitalizaciones, específicamente en Maracaibo.
En una entrevista para BBC Mundo, el director del Departamento de Enfermedades Transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), doctor Marcos Espinal, planteó la necesidad de no solo mirar los promedios nacionales “sino lo que está pasando en cada estado, provincia o municipalidad”, para actuar rápidamente a nivel local cuando es evidente que el virus está creciendo en un territorio específico.
También consideró que el principal aprendizaje de estas segundas olas en Europa: “La lección es que no debemos bajar la guardia”.
Llamado a la coherencia
La especialista María Graciela López reiteró su preocupación por la falta de medidas de control significativas para la población.
Pidió poner especial atención a cómo se pueda comportar el virus en el estado Carabobo, luego de un acto político masivo promovido por el gobernador Rafael Lavaca, donde el propio funcionario llegó a la tarima, se arrancó el tapabocas y lo lanzó al público.
“Esto es un acto en el cual la Sociedad Venezolana de Infectología está totalmente en desacuerdo, es incoherente a todo el planteamiento inicial de la pandemia por parte del Ministerio de la Salud…”, dijo.
La doctora hizo un llamado de atención a todas aquellas personas con síntomas respiratorios a no salir de su casa, “porque lo que ocurre es que personas con síntomas salen a la calle, utilizan mal la mascarilla y distribuyen el virus en las comunidades”.
Con información de Efecto Cocuyo