La situación quedó revelada a través de la Encuesta sobre Condiciones de Vida Venezuela 2016 (Encovi), desarrollada por las universidades Simón Bolívar, Católica Andrés Bello y Central de Venezuela. En sus resultados apunta que solo un 27% de los empleados y obreros consultados pertenecen al sector privado. Cifra que cuando se contrapone con los últimos datos dados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en abril del año pasado, se establece una pérdida del 10,5% de los empleos.

Esto se traduce que de 4.912.001 venezolanos, que especificaron en el censo oficial que laboraban para el sector privado, unos 491.200 quedaron desempleados o buscaron otra fuente de ingreso al cierre del año.

Mediante la misma comparación, se muestra un aumento de 6% del trabajo “por cuenta propia”. Mientras que el estudio posiciona como el empleador más importantes al Estado (28%).

Consultado por PANORAMA acerca de este escenario, el presidente de Fedecámaras, Francisco Martínez, explicó que en el último año las empresas trabajaban a 35% de su capacidad instalada. “Esto quiere decir que muchas tuvieron que enviar a los trabajadores a sus casas, a través de cualquier mecanismo que puedan convenir con ellos. Estamos hablando de una disminución de más de un 70% de la actividad productiva”, señaló el líder gremial.

“Más lamentable son las pequeñas y medianas empresas, que han tenido que cerrar porque no pueden absorber los costos de los aumentos salariales”.

Solo en 2016 hubo cuatro incrementos al sueldo mínimo y este año, las empresas han tenido que ajustar un 50% al salario desde enero; aunado, en marzo a un 42% al monto de la cestatique.

“Se están perdiendo puestos de trabajo, de libertad para que los consumidores podamos libremente consumir y comprar de acuerdo a nuestra capacidad de pago”, aseguró Martínez.

Aunque el balance del trabajo privado registra una caída, el desempleo en el país se mantiene en un 7%, de acuerdo con el Encovi y 7,3%, según la última cifra del INE, un número menor al que manejan otros países de la región como Colombia (9,6%), Brasil (11,3%), Argentina (9,3%) y Uruguay (8%).

El profesor de Política Económica de la Universidad del Zulia, Gustavo Machado, calificó el indicador como insuficiente porque no aborda el contexto de las condiciones laborales del país. “En este punto hay que hablar de volumen de empleo, pero también de poder adquisitivo, y aquí, con la inflación, se ha deteriorado”, explicó y acotó: “Además, se debe analizar que mucha gente se está yendo del país, por lo que cabe preguntarse: ¿Estamos generando empleos en la cantidad y calidad suficiente?”.

Para ambos economistas, las estadísticas del Gobierno deben estar más refinadas, pues incluyen dentro de la categoría de “ocupación” tanto el empleo formal como informal, sin agregar mediciones como el del empleo precario, de manera que pueda afinar sus políticas. Ambos señalan un aumento del trabajo informal, que los cálculos oficiales no reflejan, pues muchas veces quien trabaja en una empresa privada también emprende un tipo “resuelve”.

Por parte de Fedecámaras, Martínez apuntó un fenómeno que ha venido ocurriendo y es el desplazamiento de los trabajadores formales al sector informal, el cual asegura representa actualmente el 60% de la población económicamente activa.

Este año el horizonte del sector privado tampoco se vislumbra alentador. El director de la firma Datanálisis, Luis Vicente León, indicó a este Diario que en 2016 la economía venezolana terminó con una contracción de -15% y proyecta que este año cierre hasta en -4%.

“Si bien hay una esperanza de recuperación con el aumento de los precios del petróleo, aún no es suficiente para cubrir el déficit fiscal”, subrayó.

Tanto para Martínez, como para los economistas consultados, para estabilizar la economía el Gobierno debe crear un clima de confianza para los inversionistas a través de un marco regulatorio que transmita seguridad, combatir la inflación, controlar el tipo de cambio. Romero sugirió que el Ejecutivo debía atender a las recomendaciones que le ofreció la Unasur: unificación cambiaria con dólar a 500 bolívares, tarjeta solidaria de transferencias, aumento progresivo de la gasolina.

Otros datos que revelaron el Encovi están vinculados con las condiciones laborales. En sus resultados, un total de 53% de los trabajadores no tiene un contrato, o es verbal.

En cuanto a los beneficios de los cuales gozan, solo un 38% aseguró que tenía Seguro Social, 39% vacaciones, 36% prestaciones sociales y apenas un 33% política habitacional.

La abogada laboral Dexy Madueño resaltó que la importancia de un contrato radica en que allí se acuerda el cargo, salario, los beneficios, funciones y horario del trabajador; además, le otorga mayor formalidad al empleo.

Sobre los beneficios obligatorios por ley, expuso que eran la inclusión en el Seguro Social, prestaciones sociales, política habitacional y utilidades.

Con información de: Informe 21

Fecha: 07 de marzo de 2017

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