Para cumplir con la obligación que impone el decreto presidencial de aumento del salario mínimo y del ticket de alimentación, las empresas venezolanas tienen la obligación de buscar alternativas de financiamiento, sin que su tesorería se vea comprometida.

El economista y consultor gerencial Benjamín Tripier estima que “el cálculo de costos del salario mínimo no es un tema inflacionario o político, es solo un asunto netamente gerencial. Este decreto de aumento es un impacto al flujo de caja de las empresas y en algunos casos un estrangulamiento tal que podría significar el cierre de operaciones, en especial las pequeñas o medianas”.

Tripier, discrepa con los analistas que señalan que con trasladar el costo del aumento a los del producto final se costea esta nueva obligación

FUENTE: CON INFORMACIÓN EL UNIVERSAL

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