El escenario del año 2021 para el sector empresarial del país, no está nada claro. La baja producción en las empresas, el poco personal con el que cuentan, el incremento en aranceles de pagos de servicios, más las fallas de los mismos, aunado a las medidas restrictivas que el gobierno ya anunció podría implementar para el mes enero del próximo año, como medida de prevención para evitar el aumento de casos de COVID-19, han hecho que el sector sienta un golpe casi demoledor, llevándolos a trabajar apenas con el 20% de su capacidad operativa.
Pero esta crisis en aumento no es solo del año 2020, sino que viene agudizándose desde hace al menos 18 años. Giorgio Reni, presidente de Fedecámaras Lara, indicó que para 1999 Venezuela contaba con al menos 12 mil empresas en funcionamiento, cifra que bajó drásticamente una vez comenzaron las expropiaciones por parte del gobierno de Hugo Chávez en 2002, más restricciones a la hora de adquirir materia prima.
Para el 2017 la cifra de empresas ya se había reducido poco más del 60%, pues para ese entonces Juan Pablo Olalquiaga, quien era presidente de Conindustria, informó que apenas el país contaba con 4 mil empresas. Pero para este 2020 la cifra se ha reducido aún más y apenas 2500 empresas están en funcionamiento y con poco menos del 20% de su capacidad.
«Esto se debe a los malos manejos de las políticas económicas en Venezuela, y ahora se suman las medidas restrictivas para el funcionamiento de los sectores, producto de la pandemia del coronavirus», explica Reni.
Y es que la pandemia del coronavirus que fue detectada en Venezuela durante el mes de marzo, también ha golpeado fuertemente al sector que ha intentado sobrevivir durante nueve meses entre anuncios de cuarentena radical (donde empresas no podían laborar) y flexibilización, donde solo pocos sectores estaban habilitados para abrir sus puertas. Pero esto podría repetirse, pues el gobierno ya anunció que ante el aumento nuevamente de casos se establecerá una nueva restricción de al menos dos semanas para principio de año.
Reni señala que esto, más el caos en servicios públicos y escasez de gasolina para el funcionamiento de máquinas y traslados de personal para el 2021, se estima que unas 1200 empresas también se vean en la obligación de cesar sus operaciones.
Según una encuesta realizada por Conindustria el 80% de quienes contestaron, ven un escenario aun más critico para el próximo año, tiempo en el que no tienen planificado mayor índice de inversión, pues durante el último trimestre de este año hubo una reducción en la producción de al menos 63%.
«El escenario es incierto, lo único cierto, es que vamos por mal camino si seguimos con las mismas políticas» dice Reni, al precisar que de mantenerse el declive en el sector empresarial, Venezuela podría pasar a ser un país netamente de importación, sin capacidad productiva y el ingreso que requiera el país sería del cobro en aumento de impuestos a empresas casi paralizadas y al ciudadano.
Para un cambio
Ricardo Cusanno, presidente de Fedecamaras, precisa que para mejorar la economía venezolana es necesario lograr acuerdos políticos entre los polos que hoy están en el país. Sin embargo, señala que estos deben ser en favor del venezolano y no de intereses particulares «deben poner los pies y sillas sobre la tierra».
A su juicio, para reactivar la economía y el sector empresarial hoy reducido en casi un 60%, debe haber acuerdos en materia de servicios públicos, principalmente en el sector eléctrico, pues precisamente los constantes apagones, y la poca posibilidad de adquisición de combustible para activar plantas que permitan el funcionamiento de las empresas, ha llevado a que muchos tengan que bajar sus santamarías.
«Se requieren servicios, CAF ha dicho que puede prestar dinero, pero con un contralor» dijo Cusanno en entrevista a un medio internacional.
Además precisa que también es urgente poder reactivar el poder de compra de la gente que hoy sobrevive con un salario mísero frente a una economía que se pasea entre la hiperinflación, y señala que debe existir una especie de subsidio o salario vital con un tiempo determinado para que el venezolano pueda poder acceder a los alimentos, servicios, salud y aquello que le permita mejorar su calidad de vida.
«Esto ocurre en todo los países del mundo por un tiempo determinado, y lo han hecho para que la gente pueda tener verdadero poder, pero esto no es una beca de por vida, es estructurar un plan identificando los fondos, pero también un plan que permite a la gente en un año poder valerse por si misma» dice Cusanno.
Señala que es una posibilidad de dar ayuda y al tiempo dinamizar al venezolano.
Otro de los acuerdos que señala Cusanno se requiere para reactivar la economía, es la reinstitucionalización del país, es decir, que las instituciones públicas no sirvan a un partido o ideología política, sino que estén realmente ganados a trabajar por el venezolano, quien hoy sufre ante el caos económico y las pocas visiones de cambio o mejorías que ofertan quienes están en el poder y también quienes les adversan.
«Para acceder a mercados financieros se requieren servicios, instituciones que aboguen por el bien del ciudadano y la confianza a quienes quieren realmente invertir en el país, pero que quienes vengan lo hagan con una idea de generar competitividad de la industria venezolana en igualdad de condiciones» dice.
«Nuevo año debe ser sin errores»
«El 2021 no admite errores. Debe convertirse en un año de profunda sensatez de líderes políticos y responsabilidad de actores de la economía», así lo dijo Ricardo Cusanno, presidente de Fedecámaras al señalar que sin esto, será imposible sacar a Venezuela del caos en que se encuentra sumergida.
A su juicio, de no haber correctivos económicos y verdadera disposición para que el país entre en el camino de la recuperación, costará décadas poder levantarlo y será el ciudadano quien sufra por la falta de políticas y acuerdos.
Señala que tanto desde el gobierno como la dirigencia de oposición deben ver el 2021 como un año para acompañar a los ciudadanos, pues considera que hay una desconexión entre lo que sucede en la calle y los planes de gestión de la política.
Cusanno también se ha pronunciado sobre quienes hoy, a pesar de las adversidades han dado el paso a un nuevo emprendimiento y dice que al día de hoy poner en marcha una empresa es el doble de caro y más del triple de tiempo del país más costoso del mundo y la situación será igual para el 2021.
Con información de La Prensa de Lara